Tras la seca, la inundación. El campo sigue ganando sustos y la situación en el delta entrerriano por la crecida del Paraná promete agravarse. Según los lugareños, el peor momento vendrá la semana que viene, exactamente el 11 de noviembre, cuando se calcula que el agua estará en su nivel máximo.
“No alcanza el transporte para sacar a los animales”, explica Luís Miguel Etchevehere, director de la Sociedad Rural Argentina de Entre Ríos. Y aunque el productor consiga fecha para el traslado de los animales a los puertos de Entre Ríos y Santa Fe, ese no es el último problema. Tampoco hay disponibilidad de campos en tierra firme, por la sobreoferta de animales.
Por eso, y por los costos en que deben incurrir, muchos productores malvenden sus animales cuando llegan al puerto, a un precio 33% menor al que tenían antes de la crecida.
Según fuentes consultadas, los valores por kilo de animal quedaron en $ 2,20, contra los más de $ 3,30 anteriores, lo que implica que los productores que compulsivamente venden la hacienda porque no quieren o no pueden afrontar mayores gastos para retenerla pierden un tercio del valor del animal.
Pocas opciones
La ganadería en el Delta es una actividad de riesgo porque en años de crecida hay un costo obligatorio: el traslado en barcazas hasta tierra firme. En general, los barqueros cobran entre $ 300 y $ 400 la hora, y en viajes cortos, existe un costo inicial de $ 1.800 para el arranque.
Pero todo cambia con la inundación. Un productor que generalmente paga $ 4.000 por un viaje aproximado de 10 horas, ayer debía pagar casi siete veces más: $ 13.600 por hacer la mitad del trayecto.
Además, si no quiere vender a $ 2,20 el kilo, puede optar por conseguir un campo disponible, por el que pagará 4 kilos por animal por mes, al precio que indica Liniers (de más de $ 3 por kilo). Según Etchevehere, deberán alquilar campos hasta febrero, porque recién entonces estarán tranquilos de que no habrá nuevas crecientes. Así, el costo por animal, por arrendamiento de campos secos, no será menor a los $ 50.
Adicionalmente, para llegar al campo, el productor incurrirá en un costo de flete que ronda los $ 15, por animal por un trayecto promedio de 300 kilómetros. En el mejor escenario, tras pagar la barcaza, los $ 50 de alquiler de campo y los $ 15 de flete, el productor logrará un precio de alrededor de $ 720 por un animal de 240 kilos.
Por eso, desde la mesa de enlace de Entre Ríos los productores ya reclamaron a las autoridades la declaración de la emergencia agropecuaria, esta vez, por exceso de agua. Con esto, buscan ser eximidos del impuesto a las ganancias por los ingresos que les generen los animales malvendidos.
Los dirigentes entrerrianos pedirán a la comisión de enlace nacional que tome, también, este reclamo entre sus pedidos al gobierno nacional.
Fuente: Cronista