
El concejal sostuvo que “la carga probatoria total del hecho dañoso, está en cabeza de la víctima. Es decir que a vos te afectan, te dañan y tenés que probar el posteo, el administrador, quien habilita eso, etc.”. “Son cuestiones de difícil prueba porque la informática no está escrito, es volátil. Imaginese que Gastaldi se tomó el trabajo de llamar a un escribano, hacer constatar eso y aún así el juez dijo que no es prueba suficiente”, indicó el edil.
En cambio, cuando se produce una denuncia sobre un presunto caso de discriminación, la carga probatoria recae sobre el denunciado. “Si hay un indicio de que alguien afectó tu honor, el que tiene que probar que no fue así es el autor”, remarcó.
“Es como que el día de mañana te roben a vos y el Estado diga ‘pruébeme quien robó, quien hizo tal cosa, y si usted era propietario. Y pruebe si usted era propietario del tal cosa, de tal otra’. Gasto más plata en escribanos… ni hago nada”, resumió.
“Hay que advertir a Facebook, que son empresas operan en la Argentina, que deben tener un sistema protector mayor. Es decir, cuando alguien me está agraviando, que sea de manera automática el borrado del posteo”, indicó.
De hecho, Gallo recordó que hubo varios debates en el Concejo Deliberante sobre la libertad de expresión. Y enfatizó que ese derecho no se puede ejercer de manera absoluta. “Como a mí se me plazca”, dijo. Remarcó que existen límites. Uno de ellos es el honor de las personas. “Lo que yo siento es que tal vez muchos jueces piensen que el daño recae en la propiedad, pero hay quienes, entre ellos quien suscribe, pensamos que el honor es algo importante que se debe cuidar. Este fallo deja a claras luces el estado de indefensión absoluto. Puedo decir cualquier cosa de cualquier persona con un grado de impunidad total”, indicó.
Más adelante, remarcó la necesidad de que los legisladores nacionales que tienen competencia en la materia “de manera urgente se pongan a elaborar algún tipo de protección”.