Entre ellos y cuando entran en «modo electoral», Galimberti y Frigerio aparentan algunas diferencias, pero son los mismos que apoyaron, avalaron o impulsaron las medidas que desfinanciaron la educación pública y el sistema de salud, sacaron la gratuidad de los remedios, quitaron pensiones, reprimieron a los jubilados y jubiladas y hundieron al país en una de las peores crisis de su historia. Frigerio, uno de los principales ministros de Macri durante su desgobierno, fue parte y actor principal en todo este proceso, aunque hoy se haga el distraído.
Ahora votaron en contra de 800 mil argentinos y argentinas que han trabajado toda su vida, y que persiguen que se les reconozca el piso de dignidad que se merecen accediendo a una jubilación. No hay excusa, ni económica ni política, que justifique tal decisión.
En noviembre del 2022, Frigerio y Galimberti votaron afirmativamente para que la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores tuviera jerarquía constitucional. A poco más de 3 meses se olvidaron de las personas mayores, de sus derechos y de la importancia de garantizar su bienestar, borrando con el codo lo que escribieron con la mano.