Futbol violento: un comisario fue fracturado en la cara de un ladrillazo

“Cuando finalizaba el partido entre La Bianca-Estudiantes, se estaban desconcentrando los hinchas y desde el exterior del estadio arrojaban piedras hacia el interior; se presume que era la hinchada de La Bianca”, expresó Brunengo.
“Uno de los proyectiles impactó en la cara del comisario principal Gadea, produciéndoles lesiones”, agregó el comisario. Fue derivado al sanatorio Concordia, debido a la fractura del maxilar y a la pérdida piezas dentarias en su totalidad en la parte superior. El comisario Rubén Soto, a cargo de la Comisaría 1º (donde se instruyen las actuaciones) expresó que Gadea fue traslado esta mañana a una clínica de Paraná donde se le realizará una cirugía plástica para reconstruirle el labio.
Gadea se encontraba a 20 mts. de la puerta lateral y la piedra fue arrojada por encima del muro. Una fuente que estuvo presente en el momento en que se desataron los incidentes comentó que: “cuando salía la hinchada de la Bianca, se metieron a tratar de robarle una bandera a los de Nébel. Para mí, estaban dados vuelta”. A segunda hora, estaba previsto que se juegue el partido entre Nébel y Libertad.
Soto relató que se trató de un chico menor de 13 años que avanzaba por el frente de la tribuna, mientras los restantes hinchas de La Bianca iban por detrás, y sacó una bandera del alambrado con intenciones de llevarsela. “Eso origino una escaramuza: hubo insultos y empujones, pero avanzamos más que nada con diálogo. Lamentablemente cuando todo se dispersaba tiraron la piedra desde la parte de afuera; no se sabe si fue gente de La Bianca, no está claro eso”
En realidad, la fuente puntualizó que en la tribuna no estaba el grueso de la parcialidad de Nébel –que esperaban para entrar por Carriego- sino un grupo de mujeres, chicos y personas mayores. Los de la «Ciudad Satélite», en su incursión violenta, aparentemente pasaron por encima de un cochecito de bebé. “Una mina lo abrazó el cochecito y ahora esta en terapia”, señaló la fuente.
Según informaron en el Hospital Masvernat, la mujer se llama Sabrina Chimento, de 22 años, e ingresó anoche con un traumatismo lumbar. Luego de ser atendida y medicada se retiró a su domicilio.
La piedra fue arrojada uno de los accesos transversales a la costanera. Debido a las obras de refacción de la costanera, en el medio de la calle se encuentran depositados piedras de diversos tamaños, seguramente para ser colocados en la escollera que se proyecta para playa Los Sauces. “Agarraron lo que encontraban y tiraban de afuera para adentro”, dijo la fuente. En ese momento fue alcanzado el funcionario policial en su rostro.
Según trascendió, desde el Club Libertad le pidieron al jefe del operativo policial que evitara que se encontraran las parcialidades de Nébel y la Bianca, programando la salida y el ingreso de ambas parcialidades por diferentes accesos. La cancha de Libertad tiene, al menos, cuatro accesos por lugares diferentes: dos por calle Carriego, uno en la esquina de Carriego y la transversal, y dos más por la calle que corre por enfrente del Concordia Tenis. Pero no se previó esta cuestión, o bien algo salió mal.
En cambio, Soto señaló que las autoridades de la Liga deberían evaluar, para el próximo Petit Torneo, la posibilidad de jugar los partidos con intervalos de una hora entre ambos. “No tenemos canchas con amplias posibilidades de acceso para evitar incidentes”, argumentó.

Antecedentes

En lo que va del Petit Torneo, los hechos de violencia se encadenan fecha a fecha. El martes de la semana pasada, hubo serios incidentes entre la Policía y los jugadores, cuerpo técnico y simpatizantes de Colegiales. Dos jugadores del equipo del barrio de Pompeya terminaron fracturados en sus costillas por la represión policial.
El domingo pasado, luego del enfrentamiento entre Colegiales y Patronato (correspondiente al Torneo Argentino B) hubo algunos episodios de violencia entre miembros de la hinchada local. Algunos se tomaron a golpes de puño entre sí, otros provocaban a los efectivos mientras se retiraban del estadio, amagando con golpearlos, o arrojándoles proyectiles extraídos de la misma calle donde sucedió lo de anoche.

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