Según la información proporcionada por la periodista Estela Gigena, el asesor legal del Grupo de Reflexión Rural (GRR), Fornari, fundamentó su denuncia en las notas aparecidas en diario El Día el 24 y 25 de enero pasados, donde se daba cuenta de la muerte de tres niños pertenecientes a una misma familia y en la posterior visita que realizó junto al equipo de este matutino a Gilbert y Líbaros.
En relación a esto dijo Fornari que los hechos acaecidos, “sería, prima facie, constitutivo de ilícitos penales que ameritarían según mi leal saber y entender una amplia profunda y detallada investigación”.
Fornari agregó que “de resultar probados los hechos presuntamente ilícitos de los que hago alusión seguramente serán una consecuencia directa de la explotación irracional de lo que hoy en día se ha dado en llamar “los agronegocios”, y agregó además que tarde o temprano la comunidad argentina deberá debatir y fijar una vez más los límites entre los derechos individuales y los derechos comunitarios.
Para Fornari y el Grupo de Reflexión Rural “existen indicios graves precisos y concordantes que todas estas muertes se habrían producido por patología que tendría relación con pacientes inmunodeprimidos y esa inmunodepresión es una de las principales características de los seres humanos que se han visto expuestos a la acción de los letales pesticidas, que se usan en los cultivos transgénicos”, a la vez que aseguran que “las causas finales de estas muertes encuentran su causa eficiente en la intoxicación gradual larvada y oculta, la mayor cantidad de veces o disfrazan los desencadenantes finales de las muertes. En estos casos habría trascendido que los niños habrían muerto infectados por una rara bacteria, pues bien, de las pruebas periciales que se puedan llegar a producir demostrarán que esas bacterias habrían visto totalmente facilitadas las condiciones para infectar primero y matar después”.