La aprobación por parte del Congreso de éste acuerdo y la consiguiente derogación de las leyes mencionadas, pone en juego la soberanía política de la nación en un endeudamiento que se lleva a cabo paralelamente con el achicamiento del estado y la entrega absoluta de nuestra soberanía económica en perjuicio, una vez más, de los sectores populares de nuestra patria.
La propuesta del gobierno nacional responde a intereses minúsculos pero millonarios, los mismos intereses que fueron parte de la instauración del Estado Terrorista en nuestro país y que luego en democracia siguieron profundizando aquel Proceso de Reorganización Nacional implementando una política económica, que en la caracterización de Rodolfo Walsh, castigó a millones de seres humanos con la miseria planificada.
A 40 años de esa larga noche que se prolongó por años, la derecha bajo un discurso de "modernidad" plantea la misma receta de retroceso, conservadurismo y regresión, y es por ello que debemos seguir con el compromiso férreo, desde todos los ámbitos, para poder construir una patria más justa, libre y soberana.
Por ello, desde el movimiento de derechos humanos y como militantes del campo popular, les solicitamos que no avalen esta política de endeudamiento y vaciamiento de recursos nacionales de magnitudes que nos retrotraen a la época más sangrienta de nuestro país. El resultado al que llevan estas políticas económicas es la profundización de la desigualdad y la consiguiente exclusión de gran parte de nuestra sociedad.