Fuerte rechazo en Agmer a la propuesta de Milei: un planteo ‘neofascista’ y ‘aberrante’

‘Un desastre social’

«Mucha gente no podría acceder al conocimiento. La escuela es el lugar donde se garantiza el acceso al conocimiento. Tendríamos grandes sectores de la población viviendo por fuera de la civilización moderna», indicó. 

No obstante, Hutt manifestó que era preocupante que ese tipo de ideas se presente y no sea condenado socialmente. «Son ideas que retroceden a los inicios de la sociedad moderna. Pensar en una sociedad sin una escuela pública que se encargue de transferir los saberes de las generaciones anteriores a las generaciones actuales es un desastre social», recalcó.

«Creo que está atentando contra la democracia, contra la vida en sociedad. Me parece que es un fenómeno que nos vamos a dar cuenta cuando lo miremos dentro de un tiempo, pero, por ahora, con la aceleración de los tiempos, de las redes sociales y de que nos cuesta pensar, no nos damos cuenta de la bestialidad que esto significa», indicó.

Por otra parte, el gremialista sostuvo que Milei es una persona que no tiene un plan de gobierno, pero, así y todo, de repente se encuentra con un porcentaje de adhesión que «mágicamente sale de las redes sociales». «Se encuentra con que tiene que hablar de educación, pero no sabe que decir. Entonces siempre tiene que tirar una idea disruptiva, pero en este caso es disruptiva con la civilización», sostuvo.

Hutt trazó un paralelismo entre las propuestas para la educación y las destinadas a la seguridad como la de que todas las personas tienen derecho a portar armas de fuego. «Si todos nos armamos es como quitar a la Policía porque la Policía tiene una preponderancia por tener armas. Pero si todos vamos armados en realidad lo que está diciendo es que se debe quitar a la Policía. Cuando en realidad lo que deberíamos hacer es quitar los cuidados de seguridad, él lo que está haciendo es retroceder muchos siglos, no solo uno».

Una ‘avanzada del neoliberalismo neofascista’

Por su parte, Guillermo Zampedri, secretario gremial de Agmer Central, sostuvo que su posicionamiento no proviene de una discusión del interior del sindicato, ya que no tuvieron tiempo para debatirlo. Pero, de todas formas, opinó como docente de casi tres décadas de antigüedad, además de ser dirigente histórico de la entidad. «Es aberrante desde casi todo punto de vista. Imaginar que el Estado no se haga cargo de la educación pública en Argentina, desde el punto de vista político, es una cosa aberrante, desopilante, insólita e increíble», sostuvo.

«Esto de ‘voucherizar’ la educación es algo que no resista ningún análisis desde ningún punto de vista. Frente a esta avanzada del neoliberalismo neofascista ratificamos más que nunca el derecho social a la Educación y el Estado como garante de ese derecho social. Esto es central para nosotros. Ratificamos la obligatoriedad de la educación pública primaria y secundaria. Ratificamos la gratuidad de la universidad pública y el Estado como garante de esta», remarcó el secretario gremial.

«No salimos de la sorpresa cuando se plantea transformar la escuela en parte del mercado y la enseñanza, que es un derecho social, en una mercancía que se pone en el mercado al arbitrio de oferta y demanda», sostuvo Zampedri. 

«Desde el punto de vista constitucional es anticonstitucional. Desde el punto de vista pedagógico es una cosa increíble. Desde el punto de vista de la Ley de Educación Nacional es aberrante que no resiste ningún análisis», indicó.

En otras palabras, remarcó que forma parte de un planteo general «inconsistente». «Nosotros defendemos la educación pública, defendemos el derecho de los chicos a estudiar y de nuestros compañeros trabajadores a enseñar. Entendemos que la escuela debe ser inclusiva, que todos los pibes deben estar en la escuela y que el Estado debe ser el garante», subrayó.

«Estoy convencido de que hay que hacer todo lo contrario de lo que plantea Milei. Necesitamos un estado fuerte que regule porque si no siempre son castigados los sectores más pobres, más vulnerables, porque se transfiere riqueza desde los sectores populares a los sectores concentrados de la economía», sostuvo.

Por último, Zampedri indicó que en Entre Ríos no hay «pandemia educativa» sino sectores con algunos problemas y dificultades. «Creemos necesario reflexionar; siempre desde el sindicato se recalca la necesidad de ampliar la base de derechos de los compañeros trabajadores y de los gurises y de los papás de los gurises», indicó.

La ‘meritocracia’

María José Chapitel, secretaria adjunta de Agmer Concordia, indicó que se ubican en la vereda opuesta a la concepción de la escuela como similar a la de una empresa. También rechazan el concepto de «meritocracia». Se trata de un concepto que define que el gobierno o el poder lo ejercen las personas que están más capacitadas según sus méritos. Pero no se contempla la realidad social ni económica ni la realidad histórica en la que vive ese niño o ese adolescente.

El sistema de ‘vouchers’ no analiza las condiciones socioeconómicas de quienes acuden a ellas. En contraposición, en Agmer sostienen la defensa de la escuela pública, ya que el objetivo de la misma es igualar las oportunidades para todos los niños y adolescentes de acceder a una educación de calidad y sostenida en el tiempo. «Este sistema de ‘vouchers’ tiene que ver con lo que en otros lugares donde la educación básicamente es privada. Según lo que rindan los estudiantes de esa escuela se la financia o no se la financia, se la sostiene o no se la sostiene», indicó.

En cambio, desde Agmer se defiende el derecho a establecer una escuela pública en cada barrio donde se contenga la necesidad educativa de esa comunidad o de otras comunidades que quieran ir a esa escuela. «Mucho tiene que ver con la realidad social de la escuela el proyecto pedagógico de esa escuela. Los contenidos no son lineales ni estancos, sino que justamente los contenidos escolares dialogan con la sociedad y con los tiempos en que vivimos. No es un recetario que se aplica por igual en todos lados», indicó.

Chapitel sostuvo que la repercusión social de la escuela significa que en un barrio carenciado se dan clases de otra forma, priorizando otros contenidos. «Quizás en un barrio más acomodado se priorizan otros contenidos. Eso no significa que va a ser mejor o peor que en el otro lugar», sostuvo.

Además, la secretaria adjunta sostuvo que las encuestas electorales que lo muestran a Milei liderando una franja importante de las simpatías de la población quizás se deba a una operación política. Son encuestas que «muestran números que terminan inflando a determinados candidatos cuando la realidad es otra, pero termina siendo una operación política la encuesta». 

Lo que también es innegable que hay un sector no desdeñable de la sociedad donde se admiran conceptos de individualismo y autosuficiencia. «Ahí es donde se hacen permeables este tipo de propuestas. Esta cuestión de ‘lo que tengo me lo gané con mi propio esfuerzos’ o ‘yo accedí a tal o cual cosa no porque era un derecho sino porque me rompí el lomo'», remarcó. 

Pero pierden de vista que si accedieron a un trabajo digno, bien remunerado y en  blanco se debe a que se educaron en una escuela pública o en una universidad pública. «Somos unos de los pocos países que tiene una universidad pública de muy buena calidad, excelente nivel académico donde nuetros profesionales son reconocidos en el mundo laboral. Son egresados de estas universidades», recalcó.

¿Que pasaría si no hubiesen universidades publicas gratuitas? Sólo podrían aceder a un título universitario quienes oueden costearse esos estudios. Chapitel remarcó que la educación privada también tiene sus falencias. Una de ellas es que en esos establecimientos se evalúan los recursos económicos que tienen los estudiantes para graduarse.

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