Las partes centrales del relato…
Yo soy Ana Conte y hace 18 años tuve un hijo con un señor que hoy es juez del Juzgado Nº 2 de Familia, Raúl Eduardo Tomaselli y después de años de pedir que lo reconozca y nunca hacerse cargo, tomé la decisión de demandarlo judicialmente por la cuota alimentaria probando mediante un análisis de ADN que este chico es efectivamente su hijo (quien actualmente tiene 18 años). Esto debió ser así pues él no lo reconoció sino que hubo que recurrir a este sistema probatorio. Es necesario aclarar, prosiguió diciendo, que era público y notorio que era su hijo pues anduvimos alrededor de 4 años de novio y se recibió de abogado al otro día que nació mi hijo, vaya paradoja, no”.
Continuando dijo que “la acción judicial la presenté en Septiembre con muchas dificultades ya que ningún abogado de la ciudad quería tomar el caso. Hace años que ando recorriendo los pasillos de tribunales hasta que, al final, llegué a la actual profesional Evelin Siblen de Santa Fe pero matriculada en Concordia que aceptó el desafío en virtud de la evidente violación de la ley, ya que se trata de un juez de familia que es quien debe impartir justicia en casos similares”.
Relató las peripecias por las que debió pasar en sede judicial, dijo “después de muchas manipulaciones judiciales, manipulaciones de audiencias (yo me encontraba sin representación) al no estar al tanto de la técnica legal terminaba yendo de un juzgado a otro, hasta que un juez subrogante, ya que recusamos al otro juez de Familia, Rodolfo Jáuregui (debido a que trabajaron juntos durante muchos años, Tomaselli oficiaba de secretario en ese juzgado), pese a esto Jáuregui no se excusó por lo que pedimos la recusación. Es que, Jáuregui nunca hizo nada, Tomaselli me pasaba $ 100, $ 50, pagaba la luz, o el teléfono, algo que, es obvio no corresponde con sus ingresos y su cargo”.
Señaló asimismo que “al llegar a tanta, tanta impunidad y protección, se excusaron varios jueces (algo que les agradezco pues si tienen un amiguismo con este señor, tienen que excusarse), ahora la causa está en el juzgado Civil de Mariano Velazco”.
Como ya estuve en otros medios, dijo “se me han acercado muchas mujeres en mi situación pues es muy triste que cualquier persona abandone un hijo y más cuando quien lo hace es un juez de familia. Sin importar que, como en mi caso, durante el embarazo me tuviera que ir a vivir en un hotel”.
En un momento relató que “cuando ocurrió lo de Bressan (en referencia al funcionario judicial asesinado por su propio hijo) yo me angustié mucho y lo fui a ver para que me consiga un trabajo, él tiene mucha influencia política, pero jamás obtuve una respuesta satisfactoria para lo que le corresponde a mi hijo. No le importó nada ni a él ni a nadie le importó nada, raro no, pues una situación así debió hacerlo reflexionar a él y a muchos hombres de la justicia que tienen doble vida”.
Valoración sobre el comportamiento que la justicia local tuvo con su caso….
“Diría que hay mucha impunidad, vacío legal debido a que es una ley que debería actualizarse. Además los jueces reciben protección del resto, de la familia judicial que se protege a sí misma. Mi valoración es que la justicia local deja mucho que desear en lo moral, en lo ético, fue para mi una burla durante muchos años y ahora es una burla para toda la sociedad. ¿ que valor moral puede tener este señor (juez) para impartir justicia al resto de la sociedad a quienes deban acudir a él para que fije una cuota alimentaria.
Además he visto mucha connivencia entre el poder político y judicial, se cajonean las causas y no pasa nada ¿Cómo se llama eso?
Quiero decir también que el colegio de abogados intercedió para que este juez pague la cuota de alimentos y se negó”, finalizó.
