Al salir de la Jefatura, Laffitte, el delegado de los arandaneros, no hizo referencia a la noche que habían pasado tras las rejas y al estado en que se encontraban alguno de sus compañeros. “Bueno, es algo que pasó y es algo que tenemos que pasar los trabajadores”, sostuvo. En cambio, las primeras expresiones que emitió fueron dirigidas al subsecretario de Empleo municipal, Néstor Loggio, y al titular del Sindicato de la Fruta, Alcides Camejo.
En primer lugar pidió públicamente “la cabeza” del funcionario municipal. También lo acusó de “lavarse las manos” y de “coimear” en conjunto con el Sindicato de Obreros de la Fruta. Y a Camejo de “traidor” y de “vender sus derechos”. También se quejó de la obra social que funciona en el Sindicato. “Es indignante que tengamos 20 días y nos corten la cobertura para nuestras familias”, vociferó.
En cambio, Marcelo Álvarez, uno de los detenidos que tenía en su rostro las huellas visibles de haber sido golpeado (tenía el pómulo inflamado y el ojo semicerrado), recordó que anoche estaban protestando frente al municipio. “De golpe vinieron los policías y nos llevaron a todos, seríamos como 15 más o menos. De los 15 quedamos cinco y dos menores. A los menores los soltaron y nosotros quedamos hasta hoy”, indicó.
El joven aseguró que las heridas que recibió fueron infligidas dentro de la Jefatura. “Nos esposaron y nos golpearon con palos, con patadas y a uno de los muchachos lo quemaron con agua caliente”, dijo Álvarez. El argumento que recibieron por los golpes era que: “nosotros habíamos agredido a la policía pero nada que ver, fue todo de golpe y agarraron a todos”, explicitó.
Dentro de la Jefatura, los detenidos fueron examinados por los médicos. “No nos dijeron nada. Simplemente nos revisaron nada más y quedó todo asentado”, dijo Álvarez, quien aseguró que desde la plaza se iba en búsqueda de atención médica. También explicó que este año trabajó en una empresa y tiene su recibo de sueldo. Pero, a pesar de ello, no pudo ingresar al programa Intezafra al igual que “mucha gente que no vino y tendría que haber venido”. “Hay algo, como quien dice, una mano negra”, señaló.
El titular de la subsecretaría de Derechos Humanos, Rubén Bonelli, dijo este mediodía que va a aportar a la Fiscalía algunas pruebas recogidas anoche sobre el accionar policial y también se reunirá mañana con algunos de los detenidos. “Vamos a hacer las actuaciones que correspondan”, mencionó.
No descartó que el caso pueda derivar en la presentación de una denuncia por apremios ilegales. “Cosa que nosotros ya creíamos desterrada de alguna manera. Si bien siguen ocurriendo, no de una manera tan deliberada, tan abrupta como fue anoche”, dijo. Bonelli fue testigo de cómo golpeaban a un joven que ya estaba reducido mientras era conducido a uno de los vehículos policiales.
“Nosotros debemos controlar este tipo de ‘excesos’ del personal policial. No puede ser bajo ningún concepto, estamos viviendo en una etapa democrática. Si alguien comete un delito, hay técnicas que se le enseñan al policía para poder reducir a una persona sin magullarlo o golpearlo”, indicó.
