Los artífices del fuego amigo del frente PRO-UCR son Cornejo, que asumió en diciembre en Mendoza; y Colombi, que regresó a Corrientes 2009, donde había gobernado hasta 2005. Los dos, envalentonados por el reclamo de sus pares peronistas, decidieron poner sobre la mesa sus propias quejas que son, en rigor, las mismas que sus colegas del PJ.
Cornejo, gobernador en formación, fue más cauto a la vez que tiene una alta dependencia de los recursos nacionales. Primero Celso Jaque, entre 2007 y 2011; luego Francisco "Paco" Pérez, 2011 a 2015, ambos peronistas, mantuvieron relaciones tensas con la Casa Rosada. Cornejo cae, como parte de la ola Cambiemos, en una provincia que arrastra una crisis y que, aceptan en Mendoza, se negó sistemáticamente a elevar abierta y claramente un reclamo por fondos.
Colombi, más osado, anticipó que evalúa llevar su queja a la Justicia como hicieron, exitosamente, Córdoba, Santa Fe y San Luis cuando reclamaron que les remitan su cuota parte de un 15% de fondos coparticipables que se retenían para la ANSES. Corrientes, avisó Colombi, irá a hacer la misma demanda en los tribunales, al igual que el resto de los gobernadores del PJ, según lo acordado en la reunión del último sábado en San Juan.
"Tengo que defender los intereses de mi provincia. Quiero respuestas urgentes. Fui el único gobernador del país que aposté al cambio, a la alianza con Macri, por eso tengo más que fundamento para decir lo que estoy diciendo", dijo, duro, Colombi.
En Gobierno anoche decían que la relación política con el correntino sigue sólida y que entienden sus reclamos. Anticiparon que Frigerio se reunirá con Colombi.
Enojo
Cornejo habló a través de su ministro de Hacienda, Martín Kerchner, que aseguró que están "enojados" con Macri por el decreto que frenó el goteo de recursos para las provincias y, además, incrementó los fondos para la Ciudad de Buenos Aires, su terruño político. "No sólo nos enojamos sino que nos ocupamos. Estuve en Buenos Aires para ver cómo vamos a solucionar esto con el ministro del Interior", afirmó el funcionario mendocino.
El reproche escala, inevitablemente, hacia el terreno de la política aunque tenga como matriz una demanda de fondos y de obras. Luego de haber tenido, en estos años, un trato que consideró desigual de la Casa Rosada por ser crítico, Colombi apostaba a que el macrismo premie su respaldo o, de mínima, tenga consideración como tuvo, con la excusa del traspaso de la Policía, con Horacio Rodríguez Larreta. En la UCR empieza a circular, todavía como percepción, que la sociedad con Macri no les garantiza favoritismos.
La cumbre de peronistas generó intriga en la Casa Rosada y en el Congreso. Ministros y dirigentes macristas siguieron los detalles de lo que se acordó. Rápidamente, Rogelio Frigerio habló con el gobernador sanjuanino Sergio Uñac y acordó una cumbre de todos los mandatarios, para mañana al mediodía en Casa Rosada. De ese modo se abrirá, de manera global, la discusión sobre los fondos entre el Gobierno y el bloque de gobernadores que, en San Juan, fijaron como hoja de ruta un concepto: el peronismo aportará a la gobernabilidad de Macri pero Macri debe, también, aportar a la gobernabilidad de las provincias.
Está, en marcha, el armado de una cumbre de fiscales de Estado y se proyectan otros encuentros, que podrían convocarse en la sede de Consejo Federal de Inversiones, el CFI, que fue el reducto que usaron los gobernadores del peronismo para negociar tensiones con Fernando de la Rúa. En Gobierno apuestan a encarrilar la relación con los gobernadores que se deterioró por el doble decreto de Macri: el que les sacó el 15% y el que, luego, le incrementó casi un 200% los fondos a la Ciudad de Buenos Aires.
