El ingeniero Daniel Welschen, a cargo de la Secretaría de la Producción, explicó que “la posibilidad de tener uno o dos frigoríficos más, sería importante para la economía provincial”, pero advirtió que “la readaptación de la nueva tecnología en los frigoríficos viejos es difícil”. Incluso planteó un interrogante, que pasaría si se reabre y luego decae el ciclo ganadero o se presenta una nueva crisis.
Por su parte, el Dr. Guillermo Harris, técnico del SENASA, quien visitó en varias oportunidades el frigorífico y emitió el informe sobre su estado actual, reconoció que “ningún informe técnico es definitorio”. Para reactivar el viejo frigorífico, indicó que se debe: aumentar la capacidad de frío, la maduración de la carne, el bienestar del animal y construir una nueva rampa, adaptar los corrales y aumentar la capacidad de las calderas.
El técnico aseguró que la inversión a realizar para la reactivación es muy grande. “Hay que ver cuánto hay que invertir para adaptarlo y mantenerlo y cuál es el capital que se necesita para iniciarlo”, recomendó. Asimismo advirtió que de hacerlo, “no es rentable si se faenan menos de 600 cabezas”.
El último secretario del Sindicato de la Carne, Alberto Rébora, aseguró a los presentes que el sindicato cuenta con una propuesta de reactivación del frigorífico. Carlos Urriste, un hombre ligado al sindicalismo, a la política y a actividades deportivas, pidió que “la provincia debería encarar la reapertura de la fábrica”, lo que generó fuertes aplausos de la concurrencia. Después de recordar a Lisandro de la Torre y a Perón, Urriste pidió además que se investiguen los robos perpetrados en el frigorífico.
A la Asamblea asistieron el vicegobernador Pedro Guastavino, el intendente Daniel Irigoyen, el diputado provincial Juan José Bahillo, los secretarios Welschen, Adrián Stur (Turismo), Roberto Romani (Cultura), el director de Sanidad Animal, Marcelo Barrera y Harris. En la segunda fila de la platea pudo verse al diputado provincial Osvaldo Fernández y al secretario de Gobierno municipal Sergio Delcanto.
Guastavino planteó que el debate es “si este frigorífico puede volver a funcionar como industria cárnica o no, esta es la discusión central y tenemos que ser lo más objetivos posible”, expresó.
A favor de la universidad
Humberto Crisel, un joven padre, propuso: “démosle una muerte digna, démosle una facultad con carreras en serio”, y a modo de ejemplo mencionó el caso de los topógrafos, que según él, no tienen la posibilidad de capacitarse profesionalmente.
El presidente del Centro Regional de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), José María Blanco, fijó la postura de “transformar a la ciudad de Gualeguaychú en un polo de atracción económica, a partir del conocimiento”. En su alocución, Blanco manifestó que la ciudad “carece de una estrategia de desarrollo y a modo de ejemplo citó que “Gualeguaychú gasta anualmente 70 millones de pesos en financiar los estudios de sus hijos en Buenos Aires y La Plata”. En ese sentido, explicó que la ciudad necesita reconvertir una matriz de desarrollo.
A esa propuesta adhirió también Emilio Popelka, quien citó el libro “Cambio de poder”, de Alvin Toffler, para asegurar que “hoy el cambio está en el conocimiento”, por lo cual propuso la creación de un centro cultural “como el Pasaje Dardo Rocha de la ciudad de La Plata”.
