
Vítor dijo que la Dirección de Migraciones hay un sistema donde se registra el ingreso y egreso de todos los argentinos al exterior. Hasta 2011 lo manejaba únicamente el Ministerio del Interior y luego, mediante una ley, al mismo también pueden acceder los fiscales de la Procuración General de la Nación, la Gendarmería y la Policía Federal además de otros organismos.
Pero, para acceder, se debe tener una clave. La persona autorizada utiliza esa herramienta de acceso y queda registrada para averiguar algún dato personal de una persona por un motivo de índole judicial, etc. “¿Qué ha sucedido? Aparentemente se ha violado eso y hay personas que han ingresado por fuera de lo que permite la ley y han estado averiguando la entrada y salida del país de distintas personas. Entre ellas, la del mismo Frigerio. Por eso se presentó como querellante”, indicó Vítor al programa “Tarea Fina” (Radio Ciudadana-FM 89.7).
La actual titular de la Dirección Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, reveló que el macrismo montó “un sistema de espionaje ilegal” para hacer el seguimiento de políticos, sindicalistas, empresarios, periodistas, deportistas y artistas. “Cuando asumimos en Migraciones detectamos un sistema de espionaje ilegal sobre miles de personas”, denunció Carignano. Según la investigación interna este programa ilegal se sustentaba en el sistema Halcón, que se utiliza para “tramitar los requerimientos judiciales”. De esta forma, la gestión de Cambiemos obtenía de forma ilegal información relativa al ingreso y egreso de personas al territorio nacional en tiempo real. Además, tenían montado un sistema de alertas específicas que implicaban Indicaciones sobre a quién debían avisar si determinada persona entraba o salía del país.
Ayer el senador nacional Edgardo Kueider (PJ) dijo que le parece sumamente grave que “utilicen información privada para fines políticos, tal como hicieron con Cresto (Enrique) que difundieron sus viajes al exterior para escracharlo, denostarlo, en momentos electorales donde la gente está decidiendo su voto, para sacar ventaja electoral”. “Esa información, que no era solo inteligencia sobre la política, sino también a empresarios, periodistas, etc. la distribuían y se las daban a referentes políticos de JxC o Cambiemos, vinculada a los distintos territorios, por ejemplo en Concordia se la daban a un referente que, a su vez se la pasaba a algún medio (de prensa) amigo y además tenían toda la estructura de los Trolls, Marcos Peña y demás y fortalecían todo tipo de operatoria política para denostar al adversario”, remarcó Kueider.
La Dirección Nacional de Migraciones, era conducida por Horacio García, quien reportaba directamente a Rogelio Frigerio, entonces ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda. Vítor dijo esta mañana que los datos que tiene apuntan a que “García era ajeno era ajeno a eso también y fue sorprendido por el acceso de personas extrañas a la Dirección de Migraciones”. “Ojalá se investigue rápidamente y se sepa quiénes son; sea el gobierno que sea y sea la persona que sea, que caiga el máximo rigor”, indicó.
Ayer Frigerio dijo que se trata de una “campaña de difamación en Entre Ríos por parte de algunos funcionarios del oficialismo no es casualidad. Claramente esto forma parte de una operación para intentar deslegitimarme con un tema en el que no tengo nada que ver”. Vítor suscribió a esas palabras. “Yo coincido en que probablemente sea así. Nosotros veníamos planteando el tema de los vacunados VIP y demás y con esto sale un poco de la escena provincial cuando está pendiente la interpelación a la ministra”, indicó en referencia a Sonia Velázquez (Salud).
Respecto de la mención de Vítor a los servicios de Inteligencia, hay que tener en cuenta que en 2020 se destapó el espionaje macrista. Las máximas autoridades de la AFI macrista, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, terminaron el año procesados por espiar a Cristina Fernández de Kirchner. Además se pusieron en marcha distintas investigaciones judiciales que buscan probar que el panóptico no sólo enfocó a los presos kirchneristas, sino también sobre los familiares de los tripulantes del ARA San Juan o incluso sobre los comedores populares que daban de comer a niñes en la provincia de Buenos Aires. La vigilancia se ciñó sobre distintos gremios — especialmente de la educación — y sobre trabajadores de hospitales públicos — como denunciaron los empleados del policlínico Posadas. Hubo espionaje sobre propios y ajenos e incluso hasta se conoció que se vendían armas al interior de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), según Pagina 12.
Por ello, en el discurso de asunción de mando, el presidente Alberto Fernández decidió intervenir “la Agencia Federal de Inteligencia, para impulsar así una reestructuración de todo el sistema de inteligencia e información estratégica del Estado”, “la derogación del decreto 656 del 2016, que fue una de las primeras y penosas medidas que la anterior administración promovió y que significó consagrar el secreto para el empleo de los fondos reservados por parte de los agentes de inteligencia del Estado”. Y culminó exhortando un cambio radical en las políticas que se venía implementando: “Nunca más al Estado secreto. Nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza. Nunca más a los sótanos de la democracia”.