La estrategia de defensa de Federik es sacarlos del centro y ponerlos a un costado. “Que no se hable de ellos, y si se habla que sea para considerarlos víctimas. Gente ingenua, distraída o poco hábil para estos temas. A eso no lo cree ni un niño de cinco años”, manifestó.
“A primera vista, yendo a ver quién se benefició con la maniobra y quien se perjudicó, queda claro que el estafado es el fisco, en la figura de la Agencia Tributaria de ER, y los beneficiados los contribuyentes, que pretendieron saldar deudas impositivas con menos dinero, recurriendo a una simulación fraudulenta. Tendrán que probar si actuaron de buena fe, y la conducta fiscal de esos contribuyentes será reveladora a la hora de analizar las responsabilidades de tipo penal”, afirmó el legislador provincial.
Federik representa a algunos empresarios imputados en la causa del fraude en la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) y detalló que a sus clientes “les vendían una compensación de créditos fiscales que en realidad no existían. Les pedían pagar en efectivo un 70 u 80 por ciento del valor real y después les entregaban documentación que tenía la firma, membrete y sellos de ATER, por lo tanto, tenían una apariencia totalmente legítima”.
“La supuesta compra de crédito fiscal de la que hablan, no está amparada en la legislación. Es una desvirtuación lisa y llana de los que está establecido en el Código Fiscal, o si se quiere una excéntrica y abusiva interpretación de la normativa tributaria en cuestión”, sostuvo Albornoz. “Estoy plenamente convencido que la puerta, el agujero, por donde han pasado y seguirán pasando este tipo de maniobras, son esos tres artículos que están hechos para que menos del 1 % de los contribuyentes le dejen de pagar a la Provincia varios millones de pesos cada año. Por eso hay que derogarlos”, alegó el legislador.
Por su parte, el abogado defensor indicó que llevó a la Justicia todos los papeles que les fueron entregados a sus defendidos a modo de recibo por el pago de las compensaciones. Federik indicó que “estos funcionarios hacían este tipo de documentación donde la gente entraba absolutamente sin dudas, porque la documentación aparecía en orden y cuando llegaba la boleta del año siguiente estaba todo pago”.
“Ninguna persona que actúa de buena fe pretende pagar una deuda de 100 con 70, tratándose de impuestos. La compensación, que hay que eliminarla de plano por su génesis neoliberal, antiestado, en todo caso, es de sumas equivalentes. Este tipo de argumentaciones están fuera de contexto, no parecen dar cuenta de la época que vivimos. Es como decir en voz alta que todos los entrerrianos somos estúpidos”, dijo Albornoz.