El cónclave se llevó a cabo luego que el proyecto para fijar una normativa ingresara al Concejo local y pasara a comisión, lo que motivó no pocas quejas de parte de aquellos que tienen comercios de bares, confiterías y “boliches” bailables, quienes adujeron no haber sido consultados y aseguraban la inaplicabilidad del proyecto.
Al término de la reunión, el titular del Concejo, Jorge Franzoy, manifestó que “la reunión fue productiva”, asegurando que hubo acercamiento de partes y que “el proyecto de ordenanza va a sufrir modificaciones”.
“Se han planteado varias cosas importantes, porque no hay que olvidar que quienes participaron de la reunión conocen en profundidad la situación y el trato con los chicos”, dijo y agregó que “se va perfilando un modelo de norma”.
“El objetivo no es la prohibición, sino el control”, acotó el edil y consideró que en ese estado de cosas “debemos tratar de lograr una buena convivencia y que cada uno ponga su esfuerzo para tratar que la juventud se divierta sanamente”.
Franzoy dijo también que sobre estos temas “la ley provincial es muy clara y, por ella, el menor de edad no puede consumir alcohol en un lugar público”, aunque advirtió que “el tema no pasa por aplicar por aplicar la ley, lo que se podría hacer, pero consideramos que eso no serviría porque nos llevaría a plantear un enfrentamiento con los chicos y, además, llegaríamos a tener en la madrugada miles de chicos en la calle y, al final, se confundirían el remedio y la enfermedad”.
“Hay que lograr un equilibrio”, enfatizó, al tiempo que aseguró que las consultas continuarán, indicando que el próximo paso es charlar con los padres, “ya que ellos son el pilar fundamental”.