Fortuny renunció a la Secretaría General del Socialismo.

Con un crítico análisis sobre la dirigencia del Partido y de su propia actuación al frente de la fuerza, Manuel Fortuny decidió dejar la Secretaría General. “Cuando decidí aceptar el desafío de acceder a la Secretaría General lo hice en el convencimiento de que podía resultar la prenda de paz o unión de los socialistas. Hoy lamento decirles que he fracasado en mi intento”, dice uno de los párrafos de la renuncia del ex diputado provincial Manuel Fortuny a la conducción provincial del PS. La dimisión fue aceptada ayer en la reunión de la Junta Provincial que sesionó en Paraná, oportunidad en que se designó en reemplazo el ex legislador a la dirigente Elena Ocampo de la ciudad de Victoria.
La renuncia de Fortuny se produce luego de feroces internas partidarias, —incomprensibles para extraños— y del sorpresivo encuentro con un panorama gris: el PS pasó de ser el tercer partido en términos de presentación institución (con 13 concejales, un intendente y dos diputados provinciales) a no tener ningún cargo en todo el mapa entrerriano.
Para dar cuenta de la complicada situación interna del partido, vale repasar que antes de que Fortuny asumiera su cargo —en mayo de 2003— debió pasar una convocatoria a elecciones convocada en agosto de 2002. Serios enfrentamientos entre el sector que lideraba el ex diputado Santiago Reggiardo y el del entonces titular del partido, Lisandro Viale derivaron en planteos judiciales que abortaron esa instancia.
Para noviembre de 2002 hubo un nuevo intento y una situación similar lo hizo naufragar, aún cuando no se habían alcanzado a presentar las listas.
El 9 de febrero de 2003 fue la tercer instancia de elecciones internas para renovar autoridades para la que se convocó a tres veedores del PS a nivel nacional. Allí Fortuny se alió con Reggiardo; el primero se postuló para conducir el partido a nivel provincial; el segundo, para secretario general de la junta departamental Paraná. En la elección, los dos ex legisladores se impusieron a la lista de Lisandro Viale, para la provincia, y del ex concejal Marcelo Haddad, para Paraná.
Cuando no ha pasado un año de gestión, Fortuny ha presentado su renuncia en la que reconoce que en dos oportunidades convocó a la Junta Provincial pero las reuniones no se pudieron hacer por falta de quórum.
Tras reconocerse “honrado” por el cargo para el que lo eligieron los afiliados, el ex diputado señala su fracaso en el intento por unificar los distintos sectores internos y pide “disculpas” a los socialistas.
Anticipa que evaluará si seguirá encolumnado en la fuerza para la cual “las disputas resultan el acabose”.
“Se aducen distintas visiones (en las internas) pero en realidad solamente los intereses individuales están marcando el presente del partido. Cada uno pretende que la herramienta política le pertenezca, que sirva a esos intereses individuales y si no que no exista”, critica.
“Nadie es capaz de comenzar una autocrítica profunda, nadie demuestra un amplio espíritu de tolerancia para salvar las dificultades, sólo se intenta comandar el partido con el poder que pueda sustentar”, agrega.
Para Fortuny “el PS es una organización política del campo popular que a éste se debe; creo que lo más importante que tiene que tener una organización política son sus afiliados o militantes”. Por último, aconsejó “una profunda autocrítica y gran tolerancia”. Si bien el mandato dura dos años, la carta orgánica prevé que los comicios se realicen el segundo domingo de agosto por lo que, según se desprende del acta de la junta provincial firmada ayer, será esa la oportunidad de normalizar la conducción del partido con nuevos comicios internos. Mientras tanto, se resolvió por unanimidad que Elena Cabrol quede al frente del PS.
Por su parte, el dirigente Lisandro Viale —ex titular del partido y representante de la corriente interna Socialismo Unido— consideró que la renuncia de Fortuny es la “prueba de la ineptitud de la conducción. Son responsables de haber llevado al partido de ser la tercer fuerza política a tener cero representación institucional”.
“Esto es responsabilidad absoluta de Fortuny y de Reggiardo que en ocho meses no lograron reunir a los órganos partidarios”, insistió Viale que reclamó “una pronta normalización y renovación de autoridades con un claro cronograma”.

Entradas relacionadas