En la página podrán encontrarse información local generada por la producción informativa de la emisora. “Se trata de ampliar el horizonte, a partir del hecho que estar en la red nos permite ser leído en cualquier parte del mundo”, expresó.
Maciel subrayó que la página será actualizada en forma permanente con los contenidos pertenecientes a los programas informativos que se emiten diariamente. Y la cobertura abarcará la ciudad y, en menor medida, la región. “La idea es poder llegar a cubrir la provincia”, añadió.
La página cuenta con diversas secciones: agenda, culturales, deportes, educativas, espectáculos, internacionales, judiciales, locales, nacionales, policiales y provinciales. Además, la programación de la radio se puede encontrar en uno de los márgenes, donde se detallan los días, horarios y conductores.
La explosión radial
Concordia Stereo cumplirá 17 años el 5 de agosto próximo. “Es una de las emisoras más viejas de Concordia”. Fue la cuarta en aparecer en el éter a nivel local, a fines de la década del 80. “Hemos atravesado un largo camino, y al intención es permanecer en el aire”, expresó. En ese tiempo, había pocas estaciones de frecuencia modulada, y cada una tenía una identidad singular.
En cambio, actualmente el panorama es otro. El dial se encuentra saturado de un extremo al otro. Maciel aseguró que no es fácil permanecer en el aire. “Si bien la situación económica no es mala, como en otros momentos, tampoco es buena”, aclaró.
Aunque parezca contradictorio, el renovado movimiento comercial conspira contra la venta de publicidad. “Se vende más cuando el comerciante vende menos. Cuando hay una época donde vende más, dice: ‘vamos a esperar’. Pero, convengamos que estamos mejor que hace dos años atrás”, aseguró.
Pero el inconveniente más ostensible es la proliferación de radios. “La gente pone radios con más facilidad que kioscos”. El ejemplo es sencillo de entender: “para poner un kiosco hay que ir a la municipalidad, a Inspección General, llenar un formulario, comprar un sellado, sacar un permiso y aguantarse que vaya el inspector”.
En cambio, para instalar una radio hay que comprar “un equipito de dos mangos, lo instala en un bañito de la casa. Nadie le pregunta que es lo que dicen al aire, porque el Comfer no funciona, no controla, no existe”.
Como consecuencia de esta aglomeración de radios de frecuencia modulada, en Concordia “tenemos 500 o 1000 personas vendiendo publicidad a $ 2”. Maciel ejemplificó las dificultades que se plantean al momento de competir con quienes poseen cuatro emisoras simultáneamente. “Ofrezco una publicidad de $ 200 para mi radio, y el comerciante me responde que le ofertaron publicidad en cuatro a $ 300, $ 70 cada una”. Esta práctica finalmente derrumba el precio de la publicidad, y no permite cubrir los costos.
Para el director de la radio, la posibilidad de contar con la página es otra variante para seducir auspiciantes. “Es lo que se trata de hacer para sobrevivir más o menos honestamente. Si no, está la otra de ver como me caso con el político de turno para sacar un mango de acá y de allá”, expuso.
Maciel indicó que la multiplicación de radios cubrió por completo el dial. “Como ya no hay lugar, se están encimando. Llegamos a la paradoja que hay más de 60, pero las que se pueden escuchar son cuatro o cinco porque las demás salen demasiado mal”. Ante la ausencia del estado para reordenar el espectro radiofónico, el director de Concordia Sterer cree que esté se realizará de todas formas. En este caso, será la mano “invisible” del mercado la que, por decantación, permitirá subsistir a los más fuertes en detrimento de los más débiles.
