El desembolso promedio diario por persona se ubicó en 0, incluso menor al de los fines de semana largos anteriores y la estadía promedio fue relativamente breve también, con la mayor parte de la gente trasladándose el mismo viernes y volviendo el domingo. A pesar de que no se pueden hacer comparaciones respecto a la misma fecha en el 2016 ni 2017, porque el feriado cayó en día de semana, se trata generalmente de un fin de semana largo que no suele tener tanta repercusión en materia de viajes.
Eso se notó también en el tema consumo. Según el habitual relevamiento realizado por CAME en 40 ciudades del país, las ventas de los comercios minoristas (medidas en cantidades) fueron apenas mejores a las de un fin de semana común. Salir a recorrer negocios fue más un paseo del fin de semana y se registró mucha gente mirando pero poca preguntando y comprando.
En lo que hace a hotelería y gastronomía los empresarios lanzaron promociones especiales para tentar al turista, por ejemplo, 3 noches al precio de 2, descuentos del 20%, o dos noches con una cena de regalo. Finalmente, los destinos más elegidos el fin de semana fueron Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Misiones, Salta y la Provincia de Buenos Aires.
