– Desde las 00 hs del viernes 15 de abril y por dos semanas:
- Restringir la circulación nocturna entre las 20 y las 6.
- Suspender las actividades recreaticas, sociales, culturales, deportivas y religiosas en lugares cerrados.
- El Cierre a las 19 hs de actividades comerciales
- Las actividades gastronómicas funcionarán en modalidad de entrega a domicilio o retiro por el local, luego de las 19.
– Desde el lunes 19 y hasta el viernes 30 de abrils
- Suspensión de clases presenciales en todas las escuelas del territorio comprendido en el AMBA y en los tres niveles educativos y el retorno a la modalidad virtual
En su discurso, Fernández remarcó que «el avance de la pandemia nos está exigiendo cada vez un poco más» y recordó que acaba de recibir el alta médica tras contagiarse de Covid-19. «Pese a todos mis cuidados terminé contagiado y aislado», indicó.
«Lo que intentamos la semana pasada ha sido poco, a la luz de lo que vimos en el Área Metropolitana de Buenos Aires», precisó, y tras destacar el «esfuerzo enorme» del gobierno nacional para conseguir las vacunas, insistió en que las dosis de las distintas compañías farmacéuticas «están siendo acaparadas por un número muy reducido de países».
«Más de un gobernador debe haber intentado comprar vacunas para su pueblo y les ha sido difícil porque los que venden vacunas prefieren negociar con los Estados nacionales», sostuvo.
Fernández manifestó que la necesidad «inexorable» de restringir los encuentros sociales. «Está visto que el problema del contagio no está en las fábricas o en los negocios donde se puede atender clientes con distancia social: el problema central está en las reuniones sociales», puntualizó.
«Restringir la nocturnidad no quiere decir que durante el día se puede hacer cualquier cosa. El problema no es solamente la noche, es el descuido individual de cada uno de nosotros», añadió.
Aseguró que estas medidas se deben a que se han “multiplicado más que por dos los contagios en un mes”, y sostuvo que “el sistema de salud se ha relajado” en el último tiempo. Según indicó, “en un momento donde el contagio estaba disminuyendo, abrieron sus puertas para atender otras necesidad quirúrgicas» y «se utilizaron camas que hoy pueden ser muy necesarias para atender» los casos de Covid-19, evaluó.
El presidente evaluó como «imperiosas» las medidas anunciadas y aseveró: «Voy a hacer cumplir estas decisiones con las fuerzas federales, que quedan afectadas al control de las medidas sanitarias que acabo de disponer».
«No me mueve ningún interés político», destacó, y concluyó citando al Papa Francisco: «Nadie se salva solo, nos necesitamos entre nosotros».
El sistema sanitario
En un comunicado difundido desde Presidencia se destacó que en 2020 las camas de unidades de terapia intensiva (UTI) «pasaron de 8.521 a 12.501, lo que representó un incremento del 47% de la capacidad del sistema para absorber la demanda aumentada de cuidados intensivos ante la pandemia».
«Además, en articulación con el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, se instalaron 12 hospitales modulares de emergencia y 19 Centros Modulares Sanitarios, en lugares estratégicos del país para fortalecer la respuesta sanitaria», indican.
También precisan que más 5.874.864 personas ya recibieron la primera dosis de vacunación contra el coronavirus y 767.278 fueron inoculadas con ambas dosis.
«Argentina lleva vacunados al 95% de su personal de salud con la primera dosis de vacuna y más del 60% con esquema completo. En el segmento de adultos mayores, el porcentaje de coberturas es del 64,1% en personas de 80 años y más; el 58,4% en personas de entre 70-79 años y el 21,5 % en la franja de 60-69 años», aseveran.
Finalmente, aseguran que «ni las provincias ni la Ciudad Autónoma de Buenos Aires están legalmente impedidas de comprar vacunas contra el Covid-19. La ley de vacunas destinadas a generar inmunidad contra el Covid-19, votada el 6 de noviembre de 2020, incluso exime del pago de derechos de importaciones y de cualquier otro impuesto a las provincias y a la CABA en caso de que adquieran dosis».