Silvina Gallo, Martín Carbonell y Carolina López Bernis, los jueces que integran la Sala Penal de Concordia, leerán la sentencia el lunes al mediodía. Si entienden que se trató de un homicidio culposo, Casas puede ser condenado a cinco años de cárcel como máximo. Si deducen que se trató de uno doloso triplemente calificado, a perpetúa.
El último día del jucio, el lunes pasado el fiscal Mario Guerrero explicó que tanto la prueba subjetiva como la prueba objetiva revela estar ante la presencia de un homicidio calificado. “Cuando nosotros acusamos es porque estamos convencidos y esperamos del tribunal lo mismo. Creemos que hay suficientes elementos que acreditan eso”, añadió Guerrero.
Las pruebas subjetivas son las declaraciones testimoniales. “Hay un hermano de la chica que relata exactamente como ocurrió el hecho”, indicó. En cuanto a las pruebas objetivas, Guerrero hizo referencia a la distancia de disparo referida por los peritos que dieron cuenta de que el arma estaba apoyada directamente en la cabeza de Mariana al momento de accionarse el mecanismo de disparo.
En tanto, para la defensa de Casas, representada por Pedro De La Madrid, el hecho debe ser encuadrado como un homicidio culposo debido a que “no hubo intención de causar ese daño”, en referencia a la muerte de Mariana. La defensa se basa en el obrar anterior y posterior de Casas al hecho de sangre. “Es alguien que actúa con impericia o negligencia. No tuvo intención de matar pero, en definitiva, ocasiona un daño”, mencionó. En tal sentido, el último día del juicio, Casas pidió disculpas a los familiares y a su hijo ya que “nunca tuvo la intención de matar”.