“Yo trabajé el año pasado en Blueberries, en el Ayuí. Íbamos a las cinco de la mañana y volvíamos a las nueve de la noche”, expresó. Los cosecheros eran trasladados en cuatros y dos combis. Según explicó, no alcanzó a trabajar toda la zafra porque había poca fruta. “Supuestamente eran tres meses pero no alcanzó a tres meses”, indicó.
La letrada detalló que “Blueberries” es la empresa a la cual los empleados le prestan sus servicios. “Ellos a su vez contratan a gente para que salga a las localidades vecinas para la contratación de empleados para que luego les trabajen en las cosechas”, indicó.
No obstante la existencia de un contratista, la abogada aseveró que el reclamo legal apunta a Blueberries. “En estos momentos estamos haciendo el reclamo hacia la empresa”, indicó. “Por intermedio de investigaciones se puede llegar al esclarecimiento por parte de esas personas. Como ahora está todo en una investigación no podemos decir si es precisamente la que incurrió en la falencia”, expresó.
En tanto, Troncoso aseguró que: “estuvimos reclamando con la abogada todo el tiempo pero respuestas no recibimos porque cuando termina la zafra no queda nadie; no sabés con quien hablar; te derivan hasta con el colectivero. Queda como una empresa fantasma. No podés hacerle el reclamo a nadie”.
Garay Leites sostuvo que ya el año pasado comenzaron los reclamos. “Recién estamos agotando lo que es toda la parte administrativa; hemos agotado todo lo que es el circuito epistolar entre las partes”, dijo. La letrada indicó que la mayoría de los damnificados nunca recibieron una respuesta hasta el día de hoy. “En estos momentos se está llevando a cabo todo tipo de inspección por la Delegación del Trabajo para tratar de llegar a una conciliación o arreglo”, añadió.
Troncoso consignó que el reclamo también lo trasladaron a la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE, Concordia). “Ellos están en conocimiento de que a nosotros nos quedaron debiendo pero hasta el día de hoy no tuvimos respuestas”, señaló Troncoso.
Además, la ex cosechera aseguró que el agua que les daban dentro de una damajuana “era verde”, y al mediodía debían comer bajo una mediasombra. La mujer aseguró que en ningún momento observó a algún empleado de la Dirección de Trabajo fiscalizando las condiciones en las que debían desempeñar sus tareas.
La temporada de cosecha ya comenzó pero en Federal están prevenidos. “Este año vinieron como cuatro empresas, que no es la Blueberries, a buscar a otros pero yo no fui”, dijo Troncoso que tiene otro empleo y había aceptado el año pasado el trabajo por problemas de salud. “Espero que les paguen porque dicen que les está ofertando $ 50 por día y $ 4 la bandeja”, expresó. “Tengo entendido que están todos preocupados por esto mismo para que no les vuelva a suceder a más personas”, agregó Garay Leites.
La representante legal de los cosecheros indicó que el monto que se le adeuda a cada uno de los jornaleros todavía no está realmente estipulado. “Recién estamos viendo que se compruebe la parte que se le debe a cada uno. El lapso que quedó impago transcurre entre la finalización de zafra: a algunos se les adeuda un mes, a otros 15 o 20 días. El dinero es variable, cada caso tiene su reclamo particular”, expresó Garay Leites.