A las dos de la tarde de ayer, el chofer del camión fue interceptado en avenida Gaona (Capital Federal), por tres delincuentes que conducían un Chevrolet Vectra, color gris, quienes a punta de pistola lo hicieron bajar del camión Fiat 190-33, modelo 97.
Con el vehículo de gran porte en su poder, tomaron por la autopista y a las cuatro de la tarde recién liberaron al chofer a la altura de Haedo.
El propietario del camión, Héctor Toller, relató a DIARIO JUNIO que “lo hicieron seguir un trecho más en el camión y después lo pasaron a un auto, y siguieron los chorros con el camión y él dentro del auto”. Remarcando la falta de celeridad de autoridades policiales porteñas que no querían tomarle la denuncia. “Donde encontraron al chofer nos decían que había que hacer la denuncia donde robaron el camión, y donde robaron el camión decían que había que hacerla en donde encontraron el chofer”, considerando que así se perdió un tiempo precioso, suficiente como para que los delincuentes “desarmaran el camión”.
Demoras en la denuncia
A todo esto, el productor explicó que la denuncia logró ser formalizada a las diez de la noche, “y recién después de varios contactos acá en Entre Ríos” con el Jefe de Policía de la Provincia y con el jefe de Gendarmería, Hugo Buchanan.
Recién allí tomaron la denuncia al hijo de Toller, pero “habían pasado 8 horas, tiempo necesario que ellos necesitan para hacer desaparecer el vehículo”, insistió el productor citrícola. Incluso el representante de Gendarmería le prometió que haría un sobrevuelo en avión de esa fuerza, sobre lo que Toller fue pesimista, “no, el camión ya debe estar íntegro desarmado”.
La carga había salido de Federación el domingo por la tarde y descargó en el Mercado Central para volver el lunes a las 13 horas, “después que el chofer descansó, durmió y comió, regresó porque tenía que cargar otras vez detalló Toller, calculando que las pérdidas rondan los $300.000, lamentándose porque luego de los fracasos de las cosechas de año pasado y el actual, “esto me deja arruinado, porque vivo de esto y del bolichito que tiene mi mujer y mis hijos”, en referencia a una verdulería.
Antecedentes
El camión no era la primera vez que había sufrido incidentes similares, “ya lo habían apretado dos o tres veces”, recordó Toller. Explicando que para evitar estos atracos, los conductores del mercado se juntaban en grupos de hasta 5 camiones, “porque se venía poniendo complicada la ruta, salían juntos, y al ver tantos camiones juntos los chorros generalmente no actúan”. Señalando que en este caso la mala suerte estuvo dada por el mal tiempo, “el lunes en el mercado central hubo muy pocos camiones, no tuvo otra alternativa que salir solo y lo engancharon” relató con impotencia citaba. Reiternado que perdió “la producción del año pasado, me pierdo la producción de este año por las heladas y encima, como frutilla, me roban el camión”.
Por último Toller subrayó el difícil momento que tuvo que atravesar su chofer, a quien conoce desde hace 22 años. Este hombre fue llevado en todo momento a punta de pistola, llegando a picos desesperantes. “Imaginate que los chorros hablaban entre ellos y se decían, ¿y con éste qué hacemos?, ¡y… pegale un tiro y tiralo en la banquina!”.
Volviendo a criticar el accionar policial, ya que en la denuncia no incluyeron la figura de la “privación ilegítima de la libertad” a la que fue sometida el chofer.
“Cuando llamo devuelta a la comisaría donde se hizo la denuncia, me dijeron: no, no te la quisimos poner porque te íbamos a complicar más las cosas, entonces la hicimos así nomás”, contó Toller. Intuyendo que “para que dejen pasar 8 horas” y tomar la denuncia como lo hicieron, “entonces hay que pensar que son socios o son ellos mismos”, acusó.