No obstante ello la representante de dicha ONG, Margarita Peñalver, hizo la denuncia en carácter personal, con anuencia de los familiares, dejando de manifiesto en la misma que, “nada se sabe de Lucrecia desde que se fue de su casa el año pasado”.
La menor había partido junto a la mujer de la noche con consentimiento y conocimiento de su familia, al punto que llevo el celular de su madrastra María Palma Fleitas, quien esta semana salió a los medios manifestando la misma preocupación. Fue ésta quien dijo que si bien no se sabía el destino concreto, la persona con la cual había partido la adolescente, le dejó un número de teléfono, al cual podían llamar, pero con desesperación contó que luego de haber llamado en reiteradas ocasiones, no logran respuesta alguna.
Aunque las integrantes de la mencionada ONG hacía tiempo que conocían de esta situación, después de siete meses en que la niña no da señales de vida decidieron hacer pública lo que consideran: “una desaparición”, porque en el mes de enero la madrastra ya había dado aviso a la policía e incluso había intentado realizar la denuncia, con el propósito de que se inicie la búsqueda de Lucrecia: esto no le fue posible en la Departamental local donde sólo le permitieron registrar una exposición.
Es por eso que ahora, desde la mencionada ONG, intentan ejercer presión sobre los organismos que debieran hacerse responsables por esta situación, Policía y Justicia, para que se inicie la búsqueda de Lucrecia y evitar así que ésta sea absorbida por el circuito de la prostitución y trata de mujeres, tan promovido en los últimos tiempos, sobre todo en el norte Argentino.