Toller manifestó su repudio por la forma en que las autoridades educativas organizaron la última edición de la “Feria Departamental de Ciencias”. Al referirse puntualmente al mensaje que la directora departamental de Educación de Federación, Irma Noé, consideró “lamentable” el discurso de la funcionaria en la escuela Nº 44 “Del Boyero”, durante la apertura formal del evento.
“Si se trata de la apertura de una Feria de Ciencias, las personas que están a cargo del discurso se deben referir al acontecimiento”, expresó. Luego pidió que se deje de hacer política, o “que se haga política en otro lugar, en otro momento”.
La docente, en declaraciones a un canal de cable local, habló de “falta de reconocimiento a los chicos investigadores”. En vez de reconocer a los alumnos, primero se entregan plaquetas a cada uno de los políticos que ha colaborado y por último a los alumnos. “Creo que los funcionarios no están más que cumpliendo con su deber; los que tienen que ser reconocidos son los protagonistas, los alumnos que han trabajado todo el año, que no han escatimado tiempo, esfuerzo, lluvia, vacaciones”. Algunos alumnos trabajaron con una sola PC y concurrieron a la escuela hasta los días sábados. “Esto nos obliga a pensar si es que vamos a participar el año que viene”, dijo muy apenada en su expresión.
Entre otras falencias, no había ningún responsable de la acreditación, ni de la ubicación de los stands. “De ocho y media a diez estaba prevista la primera evaluación con el jurado y el jurado no apareció”, cuestionó. Luego agregó que los jurados ni siquiera habían leído los trabajos. “Me lo dijo uno de ellos”; había carpetas que fueron calificadas con 79 puntos y no existían correcciones.
La profesora relató que la segunda evaluación se hizo a las doce del mediodía, hora en la que estaba previsto el almuerzo -que se hizo a las trece horas- y esto obligó a los chicos a estar sin ingerir nada desde las siete de la mañana. “El reglamento no les permite comer nada, ni tomar gaseosa, ni nada, mientras están frente al stand”, acotó con expresión dolorosa.
La docente desnudó las numerosas falencias de una feria que no previó la comida para algunos de los alumnos exponentes, los que integraban los equipos de presentación como suplentes, y citó el caso de un grupo que integraban tres alumnos, (dos titulares y un suplente): “comieron los dos titulares y el suplente no comió”, dijo con expresión lacónica.
La mayor indignación de Toller estuvo dirigida a la falta de reconocimiento de los alumnos: “sólo se le entregó medallas a los titulares, cuando puedo asegurar que los chicos trabajan codo a codo, y no importa que sean suplentes”. En tanto que, previamente, las autoridades políticas se repartían reconocimientos entre ellos.
Toller lamentó la situación y reveló que en la instancia provincial sucede “exactamente lo mismo, nosotros en el año 2005 y 2006 no participamos porque los padres al no estar garantizado el transporte, el alojamiento, la comida…”. Para la docente esto es fundamental porque los chicos, al participar de una muestra de éstas hacen un importante esfuerzo, “están en una exposición desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde, parados, con los nervios propios de la exposición, expuestos al nerviosismo de ser evaluados”.
“Necesitan alimentarse bien y descansar bien”, enfatizó. Lo que no estuvo garantizado en la organización de la última Feria de Ciencias.
Sin evaluación previa
Toller también incluyó en su denuncia pública el hecho de que los trabajos “no fueron evaluados previamente, como corresponde”. Manifestó con asombro que no fueron leídos. La apreciación es grave porque, según explicó la docente los trabajos son enviados a la coordinadora departamental, una semana antes, para la evaluación. “Yo estuve con jurados y ellos mismos me han confirmado que a los trabajos lo recibieron esa mañana”. La situación resultaba asombrosa para la profesora porque más de 20 trabajos, “es imposible evaluarlos a todos en una mañana”, consignó.
Toller manifestó su impotencia ante las cámaras porque la instancia de una feria de ciencias, “es de aprendizaje para todos, para ellos y para los docentes también”. Remarcó que los alumnos se dan cuenta cuando los jurados no han leído sus carpetas. En ese momento citó el caso de un jurado que consideró presentado en años anteriores un proyecto titulado “Agua que no has de Beber”. “El título era semejante, pero el tema era totalmente otro”, aclaró.
También cuestionó la falta de especialidad de los jurados. “Son docentes evaluadores que se preparan exclusivamente para la función”, indicó. En el área de Ciencias Naturales, había un profesor de Tecnología.
Un pedido
Por último, la docente dirigió un pedido a las autoridades educativas expresando, “por favor que revaloricen esto”, en referencia a la Feria de Ciencias como práctica educativa. A la vez dijo que, en momentos donde los docentes están siendo cuestionados porque supuestamente no quieren trabajar, hay gente que quiere trabajar por la educación y se preocupa por la educación de los chicos pero: “nos encontramos con autoridades que ponen en desmedro todo el trabajo”.
