La Asociación está preocupada por las versiones de contaminación de las napas, el enfriamiento de las aguas termales y la falta de control en la explotación. Es que Villaguay, Nogoyá, Basavilbaso y ahora Paraná, son las ciudades en lista de espera para comenzar con las perforaciones o estudios de prefactibilidad. Ante esta situación, la Asociación teme que al no haber una legislación que regule el uso y explotación del recurso se perjudique a los existentes complejos termales y éstos no puedan recuperar las inversiones realizadas.
“Pedimos algo más que la suspensión, establecida en el decreto. Nuestra inquietud es por las versiones de posibles contaminaciones de las napas del acuífero Guaraní y del ecosistema como de las que hablan de que está bajando la temperatura del agua de los pozos existentes. No sabemos si esto es verdad o no, por lo que pedimos que el Gobierno encare un estudio sobre el tema”, indicó Ernesto Silvestri, de la Asociación de Turismo de Federación.
“Hasta tanto no estén los resultados de esos análisis, le pedimos al gobernador Jorge Busti que no se permita nuevas perforaciones. Sabemos que en el decreto se estableció la suspensión hasta fin de año, pero nosotros queremos que la prohibición se mantenga hasta no conocer científicamente los estudios tanto de las napas de agua como de las nuevas perforaciones”, destacó Silvestri.
“No queremos, que el día de mañana, por no hacer los debidos controles y análisis, no quedemos sin agua termal o con aguas contaminadas. Debe y respetuosamente le decimos al Gobierno que en forma urgente se debe sancionar una ley de regulación del uso del recurso, porque debe haber algún límite”, destacó el dirigente.
Federación fue la ciudad pionera en obtener y explotar las aguas termales en la provincia y, si bien su desarrollo está en expansión, la Asociación cree que se debe proteger a los complejos existentes, por la millonaria inversión que realizaron. “Deben respetarse las normas existentes, porque el recupero de las inversiones privadas en los complejos en funcionamiento, está muy lejos de ser la óptima, debido a la situación económica del país”, destacó.
“Queremos evitar en el futuro daños irreparables, por falta de previsión o control. Es por eso que le solicitamos al Gobernador se prorrogue la suspensión hasta tanto no se tenga los resultados del estudio y una norma legal que regule el uso y preservación del recurso”, enfatizó.
Cuando el Gobierno dispuso, a través de un decreto, la suspensión en febrero de este año, siete nuevo pedidos de perforaciones se habían solicitado y 18 habían sido autorizados durante la gestión anterior. Es más, en esa norma se estableció, a modo de fundamento, que tal disposición se debía a la falta de control y a la necesidad de realizar un estudio sobre el acuífero, recomendación realizada por las secretarías de Obras Públicas, Turismo, Hidráulica, Minería y la Dirección General de Ecología y Control Ambiental de la provincia.
En la provincia, existen 13 pozos termales y están en trámite, otros siete y pese a lo establecido en el Decreto 3.413 de 1998, en los últimos años se autorizaron las performaciones sin la previa evaluación de los estudios de prefactibilidad y análisis del acuífero.