En el detalle de la investigación se precisó que de la cadena de comercialización marginal participaron “prestanombres” e intermediarios insolventes; productores agropecuarios reales y ficticios; corredores a cargo de la intermediación del cereal; firmas destinatarias de los granos (molinos, aceiteras y exportadoras).
Pero una vez conocida la novedad, desde la Federación Agraria, su presidente, Eduardo Buzzi, se apresuró a expresar que se trató de una acción “para amedrentar a los que piensan distinto” y denunció una persecución.
Buenos Aires Económico informó el viernes sobre una serie de allanamientos, donde tomaron intervención inspectores de la AFIP con apoyo de la Policía Federal en la localidad de Bragado. Hasta ese momento las diligencias de los agentes se desarrollaron con total hermetismo.
Horas después, la propia AFIP confirmó el accionar desplegado tras una orden del juez federal de Mercedes, Héctor Echave, y se conocieron datos sobre la evasión descubierta: 130.000 cartas de porte obtenidas irregularmente, 3.250.000 toneladas de granos por los cuales no se pagaron IVA y Ganancias y ventas por $2.800 millones.
Las cartas de porte, un documento indispensable para que los productores puedan trasladar sus granos era administrada al momento de la evasión por la Federación Agraria Argentina y la Federación de Acopiadores.
Según se consignó desde la AFIP “se logró detectar la intervención de contadores públicos en la gestión de trámites y la creación de empresas ficticias”. Una maniobra similar había sido descubierta semanas atrás en el interior de Córdoba, una investigación dentro del denominado “Operativo Cosecha Gruesa”.
Con respecto a la investigación del juez Echave, en la misma se comprobó que la cadena de evasión tiene ramificaciones en la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Salta, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero, Mendoza, San Luis y La Pampa.
Voceros de la AFIP destacaron,en diálogo con BAE, que “no se puede dar crédito a las declaraciones de algunos representantes del campo sobre una ‘intimidación’. Aquí hubo una investigación judicial y tanto la Administración Federal de Ingresos Públicos como la Federación Agraria fueron blanco de maniobras ilegales”.
Lejos de compartir esa lectura Eduardo Buzzi decidió mantener su alto perfil: en menos de siete días ratificó sus aspiraciones a la gobernación de Santa Fe, polemizó con Hugo Moyano por los impuestos a los alimentos y este capítulo vinculado con la AFIP: “Se trata de una nueva maniobra del oficiali¬mo”, denunció.
modus operandi. En la investigación, según los voceros de AFIP “los granos salen en forma marginal desde su origen pero se los intenta blanquear antes de llegar a los consumidores. Los estudios contables crean las carpetas, usinas o prestanombres, tanto personas sin capacidad de maniobra como personas físicas y jurídicas con potencial económico, que al parecer desconocerían las maniobras. Allí interviene un ‘informante’ o nexo entre el productor marginal y los que participan del ‘blanqueo’ de los granos. Se dispone un ‘valijero’ que hace efectivo el pago. El origen del dinero estaría en los molinos, exportadores o acopiadores. Mientras tanto los intermediarios (empresas fantasmas) se constitu¬yen como agentes de retención, pero sin ingresarlas como corresponde”.
