Un año con éxitos como la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y fracasos preocupantes como los alzamientos policiales y los problemas eléctricos.
Con los problemas de salud de la Presidenta y un Papa argentino. Con un año económico que ha sido mejor que el anterior, pero que tiene algunas nubes preocupantes en relación con el que se avecina. Lo cual sólo debe ser un incentivo para redoblar los esfuerzos.
El país tiene avances notables en muchas áreas e hipotecas sociales a levantar.
Nos preocupa el futuro, porque como dice Woody Allen, “es el espacio en el que pasaremos el resto de nuestra vida.”
Los éxitos y fracasos están mezclados como sólo lo puede hacer la vida. Por eso tomo un viejo saludo de mis ancestros judíos y brindo con todos ustedes con un Lejaim ¡ Por la vida!
Un agradecimiento y un brindis para los que ponen la oreja para escucharnos, los que tienen la paciencia de leerme, para los que critican y para los que elogian.
Para todos, muchísimas gracias.
Por un 2014 que supere largamente, en forma positiva, las expectativas contradictorias que despierta el cierre del 2013.