Un menor de 17 años fue detenido de inmediato por el hecho y está alojado en la Casa de La Paz, en Concordia, por 90 días. “Este muchacho viene con antecedentes de agresión en una escuela de la zona. El lo hizo consciente de lo que estaba haciendo, no es que lo hizo inconsciente”, dijo Ferrer. El padre espera que el imputado cumpla la mayoría de edad para ser juzgado.
Luego del homicidio, hubo un recambio de las autoridades en la Comisaría de General Campos y la seguridad mejoró. “Estos chicos que les habían roto el auto no salían mas y este fin de semana y el otro se los vio; no ha habido disturbios y a esta barra se la tiene controlada”, indicó.
Sin embargo, en General Campos hay un solo móvil policial. “El ejido que abarca General Campos es inmenso. Va todo por las colonias. Lo llaman a la comisaría porque hubo algún robo en la zona del campo, y si llaman de nuevo lo único que queda es una bicicleta. La pedimos al ministro (de Gobierno, Adán) Bahl que manden otro móvil. Se comprometieron en mandar, no sé cuando”, manifestó Ferrer.
En la marcha que se realizó el 26 de junio el padre fue acompañado por más de la mitad de la población de General Campos. “Realmente hubo un acompañamiento muy grande para mí porque es muy difícil pasar estos momentos”, indicó.
Cuatro días antes, el padre de Sebastián estaba durmiendo en su casa cuando fue avisado por uno de los compañeros de su hijo que había recibido una puñalada en el Polideportivo. Se fue a pie y cuando llegó, vio la camioneta donde fue herido Sebastián. El vehículo estaba muy ensangrentado. “Al ver eso nomás, toda la sangre caída, me imaginé lo peor”, indicó.
Al llegar al hospital de General Campos, los médicos no le daban respuestas. “Empezaron a dar vueltas hasta que un doctor me dijo que no había nada que hacer”, recordó. Aparentemente llegó sin vida.
El enfrentamiento no fue casual, ya hubo varios antecedentes de violencia. Ferrer señaló que se trata de una barra de 18 menores de edad y algunos mayores “delincuentes y drogadictos” que lo habían amenazado a su hijo y a otros chicos. A veces, Sebastián hacia guisos o asados en su casa debido a que no quería ir al Polideportivo. A otro chico, oriundo de General Campos que estuvo trabajando en Córdoba un tiempo, le rompieron el auto.
Esa noche, a un sobrino de Ferrer le había colocado una botella debajo de una cubierta para que se le rompa, a otro amigo le estaban orinando el auto y a la camioneta de Sebastián le habían roto un espejo. Cuando fue a pedir explicaciones, le pegaron desde atrás y de un costado. “Se sube a la camioneta para disparar, el asesino se le prende de la manija de la puerta, le rompe el vidrio con un cuchillo en la mano”. Sebastián se cubrió con la mano, le rompieron el vidrio y después el homicida le asestó un corte en la arteria yugular del cuello. “Tenía dos puñaladas en la mano, se ve que el se quiso atajar”, indicó. Luego chocó la camioneta, cuando empezó a perder el conocimiento.
El padre dijo que los integrantes de la barra agresora son “consumidores” de droga. “Acá hay gente que la vende. La droga es un flagelo en todos lados, en General Campos, San Salvador, Concordia, Colón, Puerto Yerúa. Hay que empezar una lucha tremenda”, manifestó el padre. No obstante, Ferrer señaló que quienes cometen un homicidio, el 50 % se debe a la “mentalidad asesina” y el otro 50 % a la combinación entre la droga y el alcohol.
“Estos muchachos desde hace un tiempo venían como queriendo adueñarse del pueblo, venían amenazando a todos. Le dije al viceintendente que venían manejando el pueblo; nadie actuaba”, recordó. Hace dos años, los concejales hicieron una reunión y una barrita se paró en la puerta de la municipalidad. “Como queriendo decir: ‘si ustedes hablan, ya sabemos quienes son’. Y ahí quedó todo en la nada. Esto era como una zona liberada”.
