DIARIOJUNIO pudo establecer que en sus escasos 6 años de vida, Daiana convivió siempre vinculada a hechos violentos y delictivos.
Tuvo el triste privilegio de ser la testigo del asesinato de su padre, el cual fue abordado por un delincuente que lo mató de un balazo. El hecho había sido presentado como el desenlace de una deuda por alquiler, aunque la policía siempre sospechó de un ajuste de cuentas proveniente del hampa.
A esto se suma que la mamá de la pequeña habría ejercido durante muchos años el trabajo de meretriz, incluso se asegura que su actual (y sospechada) pareja fue uno de los hombres que regenteaba su trabajo nocturno.
Mientras la justicia trabaja al ritmo de los pasos procesales, los familiares de la víctima cuentan con varios elementos que hacen sospechar de un encubrimiento de la madre hacia su concubino.
Este se vio reflejado en el velatorio de Daiana, ya que en la sala velatoria solo estuvieron presentes la madre con sus otros hijos, su pareja y dos tíos. El resto de la familia prefirió concurrir directamente al sepelio, el cual finalmente no se concretó ya que la jueza determinó que el cuerpo retornase a la morgue judicial.