La joven, en un principio, iba a ser trasladada al Instituto del Quemado en la Capital Federal. “Son muy pocos los institutos que pueden hacerse cargo de los pacientes de estas características. El coordinador de terapia gestionó la cama con antelación pero con muy buen tino y estaba en lista de espera pero no tenía criterios para ser trasladada”, expresó Elordi.
El médico explicó que un paciente tiene posibilidades de recuperarse pero esto depende de la superficie afectada del cuerpo y además de la gravedad de las quemaduras. La paciente no sólo tenía más de la mitad de piel afectada sino que casi la mitad de las quemaduras eran profundas y de gravedad. “Obviamente hay zonas que se tornan muy difíciles de recuperar como los miembros inferiores y las extremidades superiores como las manos. Más allá de que la mayor parte de su cuerpo había sido comprometido, las extremidades como miembros inferiores habían sido muy, muy comprometidos” recalcó Elordi.
El hecho sucedió a las 3:20 del lunes pasado. En una casa de dos pisos ubicada en calle Teniente Dachary al 3300, barrio Mercantil. La joven cortó la manguera de conexión de la garrafa del lugar donde habitaba, luego se envolvió en una sábana, se colocó debajo de un colchón y encendió un fósforo. Eso le produjo graves quemaduras y el incendio de los elementos que se encontraban en el pequeño departamento. Fue rescatada por una vecina que ingresó rápidamente al departamento, según informaron desde la Comisaría 6º.
“Antes de pensar en la recuperación, no hay que olvidar que era una paciente de suma gravedad, de estado crítico. Si bien estaba compensada hemodinámicamente, esa estabilidad se puede descompensar muy rápidamente”, indicó el director. Además, al faltar el 60 % de la piel, que es la principal barrera contra los gérmenes, el paciente está expuesto a cualquier tipo de infección.
Si bien los órganos internos no habían sido afectados, de todas maneras sufren los avatares de la deshidratación masiva que le produce la quemadura en piel. “Se pierde una cantidad importante de líquido, se deshidrata en forma aguda. Es poco el volumen de líquido que empieza a circular; se altera el funcionamiento del corazón, del hígado”, expresó.
El desenlace causó dolor en la comunidad educativa a la que asistía. La rectora del Profesorado de la Escuela Normal, Diana Zufiaurre, manifestó esta tarde al programa radial “Vía Libre” (LT 15) que: “pensamos que podía salir; hicimos una serie de trámites y levantamos firmas con los colegas y los alumnos para el traslado de Buenos Aires. Estaba previsto para hoy a las 8:30 a un instituto privado pero ayer se complicó el cuadro con una neumonía”, dijo.
La joven vivía sola porque sus familiares viven en Buenos Aires. “El contacto que tuvimos fue con su hermano Pablo que era el que estaba junto a ella en el hospital”, dijo Zufiaurre. Destacó que era “muy buena alumna” y que había aprobado todos los exámenes correspondientes a la primera mitad del año. “Sus compañero de 1º año A están en un momento muy difícil”, destacó.
Por último, Zufiarre había señalado que había manifestado algunos problemas de salud pero nada hacía “prever este desenlace”. Para mañana están suspendidas las clases en la escuela Normal durante los tres turnos.