EL PROCESO QUE DERIVO EN EL HOY
La crisis de acumulación capitalista y la lucha de los pueblos para distribuir la riqueza hizo que los dueños del poder capitalista promovieran durante los años 70 y buena parte de los 80 dictaduras militares sangrientas que desalentaban la lucha política y habilitaban la irrupción de un nuevo poder: el capitalismo financiero internacional.
Fueron gobiernos militares los que endeudaron nuestros países y le permitieron a ese poder adueñarse de buena parte de la riqueza acumulada en años de trabajo y esfuerzo. En la década siguiente, los años 90, promocionaron gobiernos y políticos corruptos que concluían con el trabajo de los dictadores. Allí están los Menem, los Collor de Melo, etc. encargados de ponerle el moño al negocio, luego de décadas de terrorismo de Estado.
Las dictaduras se habían encargado de hacer desaparecer a líderes y organizaciones políticas que, en procesos anteriores fueron las encargadas de establecer parámetros de justicia social. Los pueblos estaban huérfanos y el poder aprovechaba.
Durante esos años acumularon un poder inimaginable. Los banqueros pasaron a adueñarse de los medios de comunicación y estos a dejar de cumplir el rol de informadores para pasar a ser operadores de sus propios negocios y negociados, ahora y gracias a gobernantes corruptos, extendidos a otras áreas de la economía.
LAWFARE, FAKE NEWS = ODIO
Desde ese lugar de poder inconmensurable, lograron que buena parte de la sociedad de esos países, sean sus socios pobres, es decir, lograr que quien no tenía ni donde caerse muerto, apoye a la patronal agropecuaria que se negaba a pagar impuestos que servirían para mejorar su calidad de vida. ¿Cuál era la formula para lograr que un pobre trabajador sea socio de un oligarca? : alimentar el odio, esa era la fórmula.
Resulta muy interesante realizar un seguimiento de los procesos políticos que tuvieron lugar en Latinoamérica desde finales del siglo pasado y comienzos de este.
Los pueblos revalorizaron la democracia y comenzaron a elegir gobernantes que promovían la justicia social y la solidaridad entre los ciudadanos. Esos pueblos, Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia, etc. Comenzaron a experimentar cambios que mejoraban sus vidas. Para ello, los que más tenían, más ponían. Así se transformaron en imbatibles electoralmente. Había que inventar algo que los detuviera.
¿Qué provocó en varias comunidades el odio profundo entre vecinos y compatriotas? Aquí en la Argentina descubrieron que era posible generar ese odio en el conflicto del campo año 2008
El poder hizo uso de toda su fuerza. Lo primero, sus medios de comunicación que lanzaron una agresiva política contra la y los políticos a quienes acusaban de corruptos. No les resultó difícil, nuestras sociedades venían de experimentar la corrupción de los 90.
¿AHORA SE DAN CUENTA DE LOS PELIGROS DEL ODIO?
El escándalo mundial de mostrar amenazada la supuesta democracia más afianzada del mundo parece haber hecho entrar en razón a quienes hasta ayer parecían no percibir que el odio que generaban informaciones falsas y una (in) justicia amañada, solo podía generar violencia y más
Ese poder gigantesco del mundo financiero fue, junto a los mencionados aliados, el promotor de atacar a la democracia venezolana representada por el chavismo a la que no han podido ganarle en elecciones libres. Fue la experiencia piloto por excelencia. No la única.
Probaron con el golpe de Estado a Chavez y les salió mal, siguieron con Manuel Zelaya en Honduras a quien las fuerzas militares sacaron en calzoncillos de la residencia presidencial, luego, en 2012 fue el turno del Obispo Fernando Lugo en Paraguay y así…
Siguieron con Dilma Rousseff a quien la derrocaron mediante un “golpe blando”. No alcanzó ya que siguieron con Lula a quien se animaron a encarcelarlo mediante mentiras y el accionar de un juez que terminó siendo funcionario del impresentable Bolsonaro.
En Bolivia hicieron lo imposible para destronar definitivamente al MAS, la organización a la que representa Evo Morales. Hordas de odiadores estuvieron a punto de asesinar a Evo.
Y en la Argentina ya sabemos. El odiador más destacado del mundo, Trump, fue quien permitió que Macri (su amigo de trapisondas) endeudara de nuevo al país por 100 años, para impedir que el pueblo entendiera que nos estaba llevando hacia el abismo.
Todo esto ya es historia, es cierto, pero en el mientras tanto, los bolsillos y el bienestar de los pueblos se deterioró de un modo brutal y los dueños del planeta se enriquecieron como nunca antes.
Tenemos la obligación de aprender de nuestra historia reciente, sino estamos listos.
