Fábrica estatal de medicamentos: un proyecto que resurge nuevamente

En enero pasado, el gobierno nacional promulgó la Ley 27.113 que crea la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, organismo que permitirá apoyar la producción pública de medicamentos a través de incentivos económicos, compras comunes de principios activos y articulación de la demanda, entre otras acciones.

En tanto, el proyecto de Jakimchuk establece en su artículo 2º “Declárase de interés provincial las actividades indicadas en el Art. 1* de la ley nacional 26.688 (investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de medicamentos, vacunas y productos médicos entendiendo a los mismos como bienes sociales) comprendiéndose además, a las que desarrollan aquellos emprendimientos  asociativos que bajo cualquier forma jurídica prevista por las leyes, se lleven adelante entre el sector empresario privado radicado en la provincia y el Estado Provincial a través de sus entes centralizados, descentralizados, empresas del estado, o sociedades cuyo capital social pertenezca total o parcialmente al mismo”.

El ex ministro de Salud, Alberto Rotman, dijo que veía con alegría que Jakimchuk haya presentado un proyecto para reactivar la fábrica. “El proyecto de él es poner una planta y creo que en eso se equivoca. Creo que hay que reactivar la planta de Federal porque ahí es un edificio que estaba proyectado para ese fin”, mencionó.

Rotman recordó que cuando comenzaron con la fábrica de medicamentos, la provincia estaba muy mal económicamente. “Se nos iba un porcentaje importantísimo de las partidas hospitalarias en los medicamentos que habían aumentado muchísimo”, dijo.

En consecuencia, se reunieron los directores de las diferentes áreas de salud. Corría fines de 2001, principios de 2002. En ese momento, empezaron con la elaboración de medicamentos genéricos en los hospitales. Rotman señaló que esa era la premisa de la OPS (Organización Panamericana de Salud), la fabricación de medicamentos.

“Se empezó en Concepción del Uruguay con una comprimidora y una mezcladora. Empezaron con mucho éxito. El control de calidad lo hacía el INTI”, mencionó.

En Concordia el proyecto comenzó de igual modo con otra comprimidora y mezcladora donada por Siatrasag (Sindicato Argentino de Trabajadores de Salto Grande). Cuando Rotman asume como Ministro de Salud, empieza a trabajar en la idea. Luego de recorrer la provincia y realizar un estudio, resolvieron que la fábrica debía funcionar en Federal. Entre las causas, mencionó que de esa forma se le daba vida al norte entrerriano.

“Se empezó a poner en marcha la parte edilicia y empezamos a armar una comisión., se hizo toda una serie de estudios”, recordó. Entre ellos, se indagó sobre los medicamentos que más se recetaban. El resultado fue un listado de 38 genéricos, entre jarabes, pastas y comprimidos. En otra etapa futura se planeaba producir inyectables y más adelante aún algunos sueros. Con la elaboración  de esos medicamentos se podía cubrir un porcentaje importante de las patologías que se ven en los hospitales. “Pusimos a cargo de esto a un sanitarista médico cubano que trabajaba con nosotros”, mencionó.

El gobierno se contactó con Naciones Unidas, con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrrollo (PNUD) para la compra de la aparatología necesaria. “Se hicieron cargo de toda la aparatología y la maquinaria que por supuesto la pagábamos nosotros, el gobierno provincial”, dijo. En ese sentido, Rotman señaló que se  alcanzó a cancelar la primera y se había depositado el dinero de la segunda cuota.

Además se hizo el estudio de impacto ambiental en la planta en Federal y se formaron los recursos humanos que se necesitaban. “Se había planteado la participación de chicos de la Uader (Universidad Autónoma de Entre Ríos) que tenían interés. Se habían ido a ver lugares físicos para que ellos estén ahí para que sigan con el proyecto”, dijo.

El cambio de gobierno los alcanza con el 70 % de la obra civil en marcha. Rotman dialogó con quien iba a ser la ministra de Salud de Busti, quien le había dicho que el proyecto se mantenía. Pero poco a poco se fue frenando hasta que se desactivo completamente. Rotman aseguró que se desconoce que sucedió con la aparatología adquirida y el dinero entregado.

“Es una lástima porque íbamos a tener medicamentos genéricos a un precio cinco veces más barato que el más económico que comprábamos en los hospitales con muy buen control de calidad”, dijo el actual candidato a diputado. “Vuelvo a decir, la OPS aconseja esto en los países en desarrollo debido al costo de los medicamentos y que sean viables”, acotó.

Actualmente, el edificio de Federal está intacto. “Está abandonado pero no está usurpado. Habría que hacer una puesta al día. Los planos seguro que están en Arquitectura, está todo adentro”, señaló.

Según  Rotman, los hospitales tienen pocos medicamentos, según le comentaron debido que hace cinco años que dejó de trabajar en esa área. “La noticia que tengo por los empleados es que la escasez es muy importante. Incluso me comentaron que no hay insulina y eso es muy grave porque hay una ley nacional del diabético a la que la provincia está adherida que a los diabéticos debe proveérselos de insulina, pero no hay en este momento. Hay escasez de ansiolíticos”, sostuvo.

Rotman señaló que los pacientes que van al hospital en general carecen de recursos para adquirir los remedios. “Van con su enfermedad a cuestas, los ve el profesional, van a la farmacia del hospital, no hay remedios y se vuelven a su casa con  su enfermedad a cuestas y sin el medicamento”, argumentó.

Por último, el candidato señaló que está dispuesto a llevar adelante ese proyecto si llega a la banca de diputado. “Pienso plantearlo y presentarlo como proyecto porque traería un alivio importante a las arcas de todos los hospitales de la provincia”, mencionó. “La Provincia no está pasando por un buen momento; la salud está pasando por un mal momento. Como no vamos a hacer algo para tener medicamentos de muy buena calidad y que nuestros pacientes tengan los medicamentos. Es una medida que hace a la justicia social, a la salud. El mercado de medicamentos es un oligopolio. Incluso para quienes tienen obra social son costosos porque tienen que pagar un porcentaje. Me acuerdo lo que decía  (ministro de Salud de Arturo Illía, Arturo) Oñativia: el medicamento no es un bien negociable, es un bien social”, dijo.

 

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