Lejos del dogmatismo ideológico, desde la Federación Agraria se entiende que las retenciones pueden ser un instrumento de política económica que utilice el Estado, del mismo modo que los reintegros de exportación a los productores. “Consideramos que debe darse un profundo debate a fines de determinar el destino que se le debe dar a los fondos recaudados, así como también para establecer la instrumentación de medidas segmentadas que, por vía de reintegros, tengan en cuenta la diversidad de productores, para que en nuestro país se consolide un modelo de agricultura con agricultores”, señaló el comunicado.
En la Argentina, el 4 % de los productores más grandes concentra el 60 % del volumen total de soja. Y el incremento anunciado “no hace más que favorecer a esos actores más concentrados del sector, que hace años se vienen apropiando del grueso de la renta agraria”.
En los próximos días, la FAA presentará al gobierno nacional una propuesta de reintegros, segmentados por escalas de producción. La iniciativa intenta favorecer la situación de los miles de productores más vulnerables que representa la entidad. “Se apunta a garantizar que el alto precio internacional de los commodities que se producen en el país, contribuya a promover el desarrollo rural y el crecimiento equilibrado de todos los argentinos”, expresó la nota.