El primero en prestar testimonio fue D´Ambros; quien llegó a la fiscalía a las 11.30 del jueves 20. y empezó por contar que el domingo 8 de diciembre se encontraba en la Fiesta del Arándano en La Criolla y que cerca de las 22.00Hs se entera por un mensaje de texto que en Concordia estaba habiendo saqueos. Volvió a Concordia escuchando la radio y fue directo a la jefatura de policía. “pregunté porqué no salían los patrulleros, ya que había escuchado por radio que el gobernador había dicho que solo eran 15 o 20 policías de malos antecedentes o cesanteados” “no me cerraba que 15 o 20 impedían a los oficiales y suboficiales de las comisarías defender al pueblo; ahí me dijeron que los patrulleros no podían salir. No me dieron muchas explicaciones, miraron para otro lado”
En la misma declaración D´Ambros opinó que la situación era grave y la comparó: “casi una guerra civil” en tanto opinó que; “no pasó a mayores porque tuvimos suerte”
En otra parte de su declaración, D´Ámbros señala que “esa noche viví en Concordia algo que nunca hubiera querido vivir, donde el pueblo estaba totalmente desamparado, nadie tomaba ninguna decisión” “la ciudad de Concordia estuvo a merced de los saqueadores porque desde los poderes del Estado no se hizo nada inteligente para parar la sedición y los saqueos”
Después de eso, el testigo relata que el acuerdo estaba firmado cuando escucha por radio que los policías se habían arrepentido, que llega a la CAFESG, donde estaba el gobernador y que le dice a Niez “Hay que hacer algo, se va a incendiar Concordia mal”
Las expresiones de D´Ambros, originaron, según sus dichos, que lo comisionaran a intentar convencer a los sediciosos, tarea que el testigo emprendió acompañado del obispo y de Niez
“Agarré de los hombros a dos de los muchachos de los policías, los saqué para un costado y les dije que era el momento de negociar, me acordé de la época de Malvinas cuando los ingleses querían izar las dos banderas y que ese era el momento para estar en las islas: Este es el momento de ustedes, mañana va a ser tarde- les dije- la noche iba a ser muy dura, iba a haber posiblemente muchos muertos, y les pedí que recapaciten, me contestaron que querían más, les dije que por lo que dijo el Gobernador $10.000 no les iba a poder dar, con tal de solucionar el problema les dije que el gobernador les iba a dar más de lo que les habían ofrecido, varias veces les dije vamos, vamos que yo los llevo”
Después D´Ambros relata minuciosamente cada escena de la negociación final y firma del acuerdo, la que debió hacerse dos veces por un corrección en el documento, y opina que no hubo presiones, aunque detalla: “Habló el Obispo que en realidad en ese momento fue la salvación, porque con sus palabras lograba permanentemente bajar los niveles de discusión, discusión donde no hubo ninguna falta de respeto a mi entender, de ninguna de las dos partes. Fue más o menos en los términos de una paritaria de cualquier gremio” declaró el testigo aunque en rigor, las paritarias no se realizan con pistolas en la cintura ni bajo medidas de fuerza y ni hablar de cuando la medida en cuestión es inconstitucional.
Después le preguntaron si vio a algún funcionarios policial utilizar un arma de fuego contra un habitante o ciudadano, a lo que el testigo respondió: “Yo nunca vi desenfundar el arma a ningún funcionario policial en esos momentos, portarla es su obligación” dijo para confirmar luego tras la siguiente pregunta que había uniformados portando pistolas reglamentarias la noche de la toma.
Ante la pregunta del fiscal, sobre la situación en la que se encontraba la ciudad por esas horas; D´Ambros cuenta que; “La situación era de crispación, todos alterados, comerciantes que manifestaban que estaba dispuestos a defender lo que habían logrado en la vida, y que muchos habían ido a comprar a las armerías municiones para defenderse y que el día lunes vi algunos policías que fueron a la armería de calle Entre Ríos a pedir municiones de goma, porque no tenían, esto era como a las 17.30Hs.”
ROBERTO NIEZ:
Por la tarde, alrededor de las 18.00Hs del jueves, se presento a declarar Roberto Niez, cuya declaración también describió con términos pacíficos la negociación del acuerdo,y hasta recordó que personalmente le preguntó a Urribarri si los policías no serían citados, preocupado por que se cumpliera el acuerdo.
A lo largo de su testimonial, Niez comenzó por describir el contexto previo al conflicto, donde según manifiesta él mismo, había intentado en varias reuniones el consejo de Seguridad que el gobierno aumentara el básico de los policías, señalando que este era indigno y proponiendo además la implementación de un plan de seguridad elaborado por la universidad de cuyo.
Despues, describe que el domingo 8 de diciembre, recibe un llamado de Walter Kleiman; “con quien en esos días veníamos conversando ya el problema existente en Córdoba y por rumores en Concordia, respecto al reclamo policial que ya estaba habiendo en esos días”
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“Walter me manifiesta que se venían los saqueos” y de esa conversación se acordó que Kleiman “se iba a comunicar con el jefe de Gendarmería y Prefectura, de manera de poder proteger a los asociados al centro (de Comercio e Industria de Concordia)”
Niez, cuenta que al día siguiente, a las 5.30 lo convocan a una reunión con el gobernador, donde prácticamente la cosa parecía estar solucionada, y se hablaba de traer fuerzas antimotines.
Sin embargo por la tarde volvieron a llamarlo de parte dle gobernador: “no sé en calidad de qué me llamó a mí, no recuerdo que me dijo, y me pide que tratemos de convencer a la policía del ofrecimiento que él les estaba haciendo”
Renglón seguido, el testigo dijo: “el Gobernador me manifestó que no quería que le llegue la noche sin la situación planteada resuelta”
Según cuenta el propio Niez, cuando llega al lugar y exhibe la propuesta del gobernador, aclara que a él le parecía poco lo que estaban cobrando y termina redactando con los policías “una lista de cosas que ellos pretendían, de distintos elementos que se necesitan, condiciones, montos de sueltos, querían $4.000 de básico; yo les manifesté que me sentía muy mal y para poder llegar a buen puerto, soliciten algún tipo de enganche para los futuros aumentos con la justicia, ya que ellos son auxiliares de la justicia”
Con toda la lista de reclamos, aún más que los que previamente habían solicitado los policías, Niez llego a la sede de CAFESG y según declaró; el Gobernador le dijo que no podía aceptar esa propuesta y que “estaba negociando paralelamente con Rosatelli (subjefe de policía de provincia) en mejores condiciones que las que traíamos nosotros”.
Luego relata la espera, cuando llega Rosatelli con la noticia del acuerdo y minutos después se cae, le llegan mensajes al celular de que los policías no lo firmarían y deciden volver a la jefatura, Según el testigo, Urribarri se lo pidió al obispo.
Y relata que cuando llegan, se encuentra con que D´Ambros regresaba con un grupo de policías dirigiéndose a la CAFESG.
Entre las descripciones de lo ocurrido durante la negociación, un episodio que llama poderosamente la atención, es cuando Niez describe que Urribarri “da un golpe en la mesa, explicando que no tenía más dinero que 42 millones de pesos que le implicaba el aumento ya ofrecido” y “un policía se retira de la sala diciendo que con esas presiones o términos no negociaba” y aclara: “se sintió mal el hombre cuando el gobernador golpeó la mesa”
Por si hace falta aclarar, el hombre que se sintió mal según Niez por la “presión” del gobernador al golpear la mesa, era uno de los hombres que hacía dos días, tenían a la sociedad concordiense aterrada. Los mismos hombres, que descolgaron los teléfonos de emergencia; los mismos, que cuando D´Ambros les dijo que iba a haber muchos muertos, contestaron con el bolsillo.
Más adelante Niez comenta que la negociación se trabó y el obispo llamo a la reflexión, e incluso él mismo les dijo que los comerciantes necesitaban que se solucione cuanto antes: “que no podíamos seguír así en la ciudad, que esa noche iba a haber muchas muertes probablemente por el caos que había y que era necesario un urgente arreglo”
Según el testigo Urribarri hizo una última oferta, y el obispo aclaró que si se retiraban de la negociación no contaran con él para la firma del acuerdo, que él no iba a estar a la vuelta, con lo cual, tras hacer unas llamadas se firmó el acuerdo.
En ambas testimoniales, pese a que los testigos aseguran que no hubo presiones, quedó claro que había policías armados durante la negociación y la firma del acuerdo, y que si la situación no se solucionaba esa misma noche en Concordia iba a haber hechos de sangre. Que es, a lo que se refería el fiscal cuando hablaba de la extorsión.
Por último, Niez no esquiva el bulto a la hora de recordar que personalmente le preguntó a Urribarri delante de los policías si no serían citados por la justicia; según el testigo fue en una reunión al día siguiente en la cual el Gobernador casi no habló, y respondía solo con gestos.
Niez entendió que Urribarri buscaba darles tranquilidad a los policías y le consultó concretamente “si esa tranquilidad que les estaba dando implicaba que no iban a ser citados” según Niez, Urribarri le contestó, moviendo la cabeza a un costado y “yo interpreté que no” dijo el comerciante para luego contar que los uniformados le agradecieron el haber formulado esa pregunta, que era un tema que los tenía preocupados.