El funcionario provincial invitó a María Isabel Vergara de Basualdo -madre de Martín Basualdo, quien desapareció en Paraná junto a Héctor Gómez el 16 de junio de 1994- a participar del encuentro. Allí, por primera vez en más de dos décadas, expusieron ante funcionarios, legisladores y militantes de orden nacional uno de los casos que enlutaron a la capital entrerriana y por el cual no hay ningún responsable juzgado.
“Yo era una mujer común, de familia, madre de seis hijos. Y un día tuve que salir a buscar un hijo desaparecido”, remarcó Isabel, quien contó su historia y señaló los problemas que debió atravesar tras la desaparición de Martín. “Muchas veces no puedo dormir, pensando qué habrá sido lo último que dijo mi hijo”, expresó.
Basualdo y Gómez habían concurrido la mañana del 16 de junio de 1994 al Instituto de Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), en calle Andrés Pazos de la capital entrerriana. Ese fue el último destino del cual se tuvo certeza que estuvieron. Algunos testimonios indican que posteriormente fueron subidos a un automóvil Ford Falcon de la Policía de Entre Ríos, la cual negó insistentemente su participación en el hecho.
Si bien en un comienzo, mientras se realizaba la búsqueda, las autoridades políticas y policiales sostenían la hipótesis de que ambos jóvenes habían escapado, con el correr de las semanas tomó fuerza la versión de los familiares y sus representantes legales, quienes aseguraban que la fuerza de seguridad había tenido participación directa en el hecho.
La investigación fue luego archivada sin haberse llegado al juzgamiento de ningún responsable de las desapariciones, desconociéndose al mismo tiempo el paradero de los jóvenes.
“La Justicia no investigó nada y archivó la causa”, indicó Isabel, quien luego agradeció la invitación de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Entre Ríos y pidió avances en la investigación que busca dar con el paradero de su hijo y Héctor Gómez.
Froidevaux, por su parte, habló del caso de los dos jóvenes desaparecidos en democracia y realizó un análisis de la situación actual y los desafíos que deben atravesar las instituciones públicas abocadas a estas problemáticas.
“Es necesario vertebrar todas las experiencias de trabajo barrial de prevención de la violencia, de prevención de conflictos, de lucha contra la violencia institucional y contra la impunidad. Este encuentro es una excelente iniciativa. Es necesario trabajar sobre el sentido común llevando a cabo una verdadera batalla cultural”, reflexionó.
El Encuentro fue organizado por la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, que encabeza el diputado Leonardo Grosso. Además del legislador por Buenos Aires estuvieron presentes el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, la ministra de Seguridad, María Cecilia Rodríguez, los nietos restituidos Victoria Montenegro y Horacio Pietragalla (quien además es diputado nacional) y el legislador porteño Pablo Ferreyra, entre otros.
A la actividad concurrieron organizaciones sociales, políticas y estatales de todo el país, que colmaron los salones y las dos carpas emplazadas frente al Congreso. Al finalizar el Encuentro, familiares de víctimas de la violencia institucional leyeron un documento donde expresaron sus demandas y el compromiso de continuar trabajando esta problemática.