
Luego del apabullante respaldo social, la iniciativa pasará al Senado, que deberá ratificar si avanza o no en la expropiación, que está amparada en el artículo 15 de la constitución de Alemania, que habilita la posibilidad de disponer del “suelo, los recursos naturales y los medios de producción, que pueden ser situados bajo un régimen de propiedad colectiva o de otras formas de gestión colectiva por una ley que fije el modo y el monto de la indemnización”.
Estas empresas inmobiliarias cuentan con más de 3.000 pisos en la capital, y en base a esta iniciativa algunos de ellos serían “socializados” o puestos en manos de la gestión pública. Esto afectaría a cerca de 240.000 apartamentos, en torno al 15 % del parque de vivienda berlinés.
Vale destacar que el sí no es vinculante por lo que no quiere decir que el Senado deba poner manos a la obra para iniciar el trámite, pero, los partidos que formen el nuevo Gobierno tienen un claro mandato de los ciudadanos para abordar la cuestión. La expropiación protagonizará las conversaciones para acordar una coalición.
Quienes deberán avanzar en la propuesta son los socialdemócratas que ganaron la elección y por lo tanto formar nuevo gobierno.