En principio fueron 13 las personas afectadas, quienes recibieron atención médica, sobre una cantidad de 120 operarios que se encontraban trabajando en la faena, según explicó el comisario principal Miguel Retamar. La mayoría de los trabajadores pudieron abandonar el lugar por sus propios medios y uno de ellos, el más afectado por la inhalación de amoníaco, debió ser rescatado por Bomberos Voluntarios, quienes utilizaron equipos de oxígeno individual para poder ingresar y auxiliarlo y el rescate llevó unos 40 minutos.
Bomberos, efectivos policiales y la guardia urbana trataron de evacuar dos manzanas a la redonda, teniendo como centro de evacuación el Destacamento de Vigilancia 121. Fueron golpeando en cada uno de los domicilios, pero nadie quiso abandonar su casa, por lo que se recomendó cerrar las ventanas y mantener ventilación interna, a los efectos de evitar la invasión de amoníaco, cuyo olor se sintió en varios puntos de la ciudad.
Con máscaras los Bomberos Voluntarios trabajaron en el lugar para dispersar el resto de amoníaco existente en el interior de las instalaciones, Bomberos Zapadores realizarán las pericias, para determinar cuál fue la causa de la explosión y la gran fuga de amoníaco, que como una gran nube blanca se fue expandiendo y tornando dificultosa la respiración.
En el frigorífico reventaron varios vidrios pero afortunadamente no alcanzaron a ninguna persona.
Si bien hasta el momento se desconoce qué sucedió, se puede señalar que el amoníaco es un gas que cuando enfría a muy bajas temperaturas, necesarias en industrias de este tipo, hierve y ejerce gran presión en el interior de las gruesas cañerías por las que circula. Una falla en alguna llave del sistema pudo haber sido suficiente para un siniestro de esta magnitud.