Exigen mayor seguridad en Villa del Rosario

Salas, con su rostro y figura quebrado por el dolor, estuvo en EL DIARIO para contar el calvario que debieron sufrir ese 25 de Mayo en que “la desgracia golpeó nuevamente a mi familia” . Y dice “nuevamente” porque, que no hace mucho tiempo y en un episodio todavía no esclarecido otro de sus hijos, en este caso una niña, perdió uno de sus ojos.

El hombre —que recluta trabajadores golondrinas para la cosecha del citrus— narró que “ese día, alrededor de las 18.30, cuando ya estaba oscuro y lloviznaba mandé a unos de mis gurises, el de 7 años, a una panadería cercana a mi casa en calle Güemes. Pasó bastante tiempo y mi hijo, que tiene un cierto grado de incapacidad para hablar, llegó llorando a mi casa y presa de un terror indescriptible nos dijo simplemente que el Pescado lo había agarrado y violado. Yo sabía quién era, que era peligroso y alguna vez le di trabajo en las cuadrillas y, seguramente, por algún problema que tuvimos y que no recuerdo, quiso tomar venganza de esta manera.

Mandé a la madre y al nene a la comisaría para que hicieran la denuncia y yo me fui a buscarlo. Lo encontré junto a sus amigos, estos se interpusieron y alcanzó a escapar pero, enseguida, lo encontró la policía que ya lo estaba buscando. El Pescado, de 16 años, tiene antecedentes policiales y llegó a la Villa corrido por la policía de la Pellegrini, en Corrientes, donde también había cometido otros hechos”.

“Luego de la denuncia —narró— a mi chico lo revisó el médico de la policía y comprobó la violación y se hizo la denuncia ante la Justicia mientras que al Pescado lo encerraron en la comisaría, luego de que se secuestraran las ropas de éste y de mi hijo donde hay pruebas de que él fue el que atacó al chico. Después me enteré que cuando estaba con sus amigos, que no quisieron meterse en el hecho, lo vio cuando iba a la panadería y enseguida les dijo que tenía algo que hacer. Cuando pasó por al lado de ellos le torció el brazo hacia atrás y le tapó la boca. Lo llevó hasta los fondos del cementerio”.

El padre del menor atacado sexualmente pidió mayor seguridad para Villa del Rosario. Contó que “en la comisaría hay solamente tres efectivos con un móvil que se cae a pedazos. La Villa ya creció y esto es insuficiente. Nuestra gente es muy hospitalaria y a los golondrinas los reciben con los brazos abiertos. Llegan principalmente desde Corrientes y ni la policía ni la intendencia, se preocupan en averiguar quiénes son. El Pescado solamente trabajó cuando yo le di trabajo, después se quedó, como muchos, y enseguida empezaron una serie de cosas y siempre fue él fue el principal sospechoso. Inclusive nos enteramos de que a una gurisa la salvó un vecino que impidió que se la llevara, seguramente, para violarla. Necesitamos más policías y dirigentes que nos den mayor seguridad y que tomen las precauciones necesarias para que así sea. Muchos saben lo que hacen algunos de estos tipos pero no se atreven a denunciarlos por temor o, vaya a saber uno, por que otra causa”, concluyó.

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