Después de mucho batallar de parte de la familia Valdez y de un escándalo por las condiciones de la flamante Morgue Judicial de Concordia y la supuesta imposibilidad, informada a la fiscal interviniente, Dra. Julio Rivoira, por parte del médico del Cuerpo Forense Judicial, Gustavo López Lallana, para exhumar el cuerpo de Eric Valdez, conservarlo y realizar una nueva autopsia -por la que hay una denuncia penal contra el profesional que se tramita en la fiscalía del Dr. Favio Zabaleta- finalmente se realizó el procedimiento en el Cementerio Nuevo de Concordia.
Pero si un capitulo faltaba entre tantos hechos lastimosos que rodean el caso (La propia detención y posterior muerte de Valdez en circunstancias irregulares y poco claras; el cuerpo que presentaba signos de maltratos y vejaciones de todo tipo; la dilación de los tiempos para la exhumación del cuerpo en pos de una nueva autopsia; una morgue judicial local apenas estrenada donde no funciona la cámara de frío comprada a nueva y siguen trabajado con las viejas heladeras del hospital Felipe Heras; la falta de disponibilidad de un vehículo estatal para trasladar al occiso a la morgue de Oro Verde como alternativa y, por ende, endilgarle los costos a una familia humilde; las 4 audiencias postergadas para tratar el pedido de exhumación y el apartamiento de la policía de Entre Ríos de la investigación y el hostigamiento de parte de policías que fuera denunciado por los amigos de Valdez que se manifestaron frente a la Comisaría Segunda en reclamo de justicia) se sumó un nuevo episodio: frente a familiares del fallecido, el personal de Bomberos Zapadores -cuerpo perteneciente a la Policía de Entre Ríos-, encargados del traslado bajo orden judicial, se negó a sacar el cuerpo del pozo. Los Zapadores mantuvieron su postura basándose en que la orden por escrito mencionaba solo el “traslado”, lo que no implicaba ningún tipo de manipulación, ni colaboración en el escenario.
Por lo que, ante la penosa situación que transcurría frente a la familia Valdez, fueron los empleados del Cementerio Nuevo quienes realizaron la labor: hicieron el pozo, consiguieron cuerdas para sacar el cajón y lo depositaron en la ambulancia de traslado forense que llegó desde la ciudad de Paraná. ¿El mismo vehículo de traslado que se había dicho con anterioridad que el Estado no disponía?
La Fiscal de la causa, Julia Rivoira, no se presentó a dirigir el procedimiento y en su lugar mandó a un delegado judicial que tuvo la dificultosa tarea de interceder y conciliar a las partes: familia, abogados querellantes, empleados del cementerio y bomberos zapadores. Tampoco estuvo presente el médico forense Gustavo López Lallana.
Finalmente, el cuerpo fue llevado a la capital provincial donde médicos forenses del Superior Tribunal deberán realizar una nueva autopsia que podría traer luz en el caso Valdez.