Antonella Mirabelli murió por anorexia nerviosa en Rosario del Tala, porque se negaba a recibir atención médica por sus creencias religiosas, iguales a las de su madre. El año pasado, el padre había presentado un escrito en el que solicitaba la intervención del Estado por el deterioro en la salud de su hija pero, al ser mayor de edad y estar en uso de sus facultades mentales, no se la podía internar por la fuerza.
“Nuestra fe no está fundada en la sabiduría del hombre sino en el poder de Dios, la ciencia de lo alto que sana. Nosotros hasta el último instante de su vida teníamos la fe de que ella sería restaurada, como en otras circunstancias el Señor la había librado de esquizofrenia y trombosis. Pero la voluntad del Señor no fue la del anhelo de nuestro corazón sino que ella tenía que partir”, afirmó en su perfil de Facebook Verónica Rodríguez Roca, la mamá de María Antonella Mirabelli, la chica de 18 años que falleció el sábado pasado con un peso de 31 kilos.
A diferencia de Roca, su ex marido y padre de la adolescente, Cristian Mirabelli, no compartía esta creencia y, en septiembre de 2012, había presentado ante la Defensoría de Pobres y Menores una queja por la situación de su hija, ya que la veía enferma. El Juzgado Civil y Comercial tomó el caso e inició los trámites, proceso que quedó paralizado debido a que la joven se negaba a recibir tratamiento médico.
Frente a esto, la jueza María Elina Corral pidió medidas alternativas para el tratamiento de Antonella y no compulsivas como el padre había solicitado. Pero la chica y su madre se negaron y finalmente la fiscalía pidió que se respetara su voluntad por ser mayor de edad.
Según el artículo 2, inciso e de la Ley Nº 26.529, sobre Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud “el paciente tiene derecho a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad”.
Al respecto, el fiscal de Rosario del Tala, Elbio Rojkin, afirmó que se hizo todo lo posible para convencer a la joven. “La Justicia hizo todo lo que se podía hacer desde el Estado, sin avanzar indebidamente sobre una decisión privada. La chica era mayor de edad y no tenía ningún padecimiento mental. Mi objetivo fue convencerla para que haga un tratamiento por su propia voluntad, ya que no se podía avanzar en el caso por la fuerza.”
“Estábamos avanzando. Tuvo dos audiencias con la jueza, empezó la terapia y este desenlace repentino nos sorprendió a todos”, contó Rojkin y desmintió que la chica perteneciera a una secta. “En la familia son muy creyentes, oran en grupo y están convencidos de que todos sus problemas se solucionan por la fe.”
En referencia a los motivos por los que Antonella y su familia se niegan a recibir atención médica, su abuela materna, Cielo Roca, alegó que “los médicos están para la gente que no cree verdaderamente en Dios, y hay que decir que hay gente que va al médico y se muere igual”. “Mi esposo se quedó sin trabajo, nos cortaron la luz, el gas, ahí conocí la necesidad y nadie nos ayudó, ni de la patronal del banco. En medio de toda una sociedad que nos abandonó, yo conocí a Jesús, pero no a través de las religiones.”
Frente al hecho, el padre de la adolescente presentó otro escrito al juzgado para que se investiguen las causas del deceso y se brinde tratamiento psiquiátrico y médico a sus otras seis hijas, hermanas de Antonella. “Las seis hermanas de Antonella son menores de edad. Estamos presentando un escrito en el juzgado para el inmediato tratamiento psiquiátrico y médico”, reveló el abogado de Mirabelli, Gustavo Baridón.
El letrado aseguró que la madre de las chicas “rechazó cualquier tipo de intervención médica, se opone terminantemente”, incluso después del fallecimiento, el sábado, de su hija de 18 años.
“Dentro de lo que es la impotencia del papá, de la tristeza que tiene, realmente él siempre trató de decir en los escritos, en las audiencias de manera personal, que su hija se moría, que no había otra posibilidad que no sea la muerte, y de hecho así ocurrió lamentablemente”, relató.
Medidas judiciales por sus seis hermanas
La población en Rosario del Tala comenzó a organizar para mañana viernes una movilización con el fin de criticar a la Justicia por no haber intervenido con mayor fuerza a la hora de salvarle la vida a Antonella Mirabelli, la joven de 19 años que dejó de existir tras rechazar la ayuda médica a causa de la postura familiar y personal ligada a convicciones religiosas. Ante esto, desde la Procuración General y la Defensoría General unificaron medidas para aclarar el fallecimiento y establecer si hubo alguna irregularidad de parte de la madre y la abuela y si las seis hermanas que se encuentran con la progenitora no corren ningún tipo de peligro.
Del trabajo conjunto en Paraná entre el procurador, Jorge Amílcar García, y el defensor general, Maximiliano Benítez, se acordaron varias acciones y medidas para tratar de aclarar lo más rápido los puntos oscuros que hay en la causa judicial que tiene tres frentes. El primero en la Justicia Civil y Comercial de Rosario del Tala, donde el padre biológico de Antonella se presentó para que se resguarde íntegramente la salud de las restantes seis hijas. Para ello pidió que se le efectúen estudios psicológicos y psiquiátricos y se establezca si tienen inclinaciones místicas y religiosas, como admitió la joven fallecida.
En la presentación el padre dejó constancia que si no hay un reaseguro a la integridad física de las seis menores, reclamará la tenencia provisoria que hoy está en manos de la madre.
El segundo frente lo lleva adelante, la fiscal subrogante Silvia Cabrera que inició una investigación de oficio para establecer si hubo abandono de persona de Antonella de parte de sus familiares, o bien algún otro tipo de irregularidad. En esa línea se buscará verificar si hubo cooptación o inducción de los familiares hacia la muchacha. Y en todo caso, si está ocurriendo lo mismo con las otras hermanas.
El tercer frente se inició ayer, con una presentación penal en la Fiscalía por parte de los hermanos del padre biológico, que apuntaron directamente hacia la madre y la abuela de la joven muerta.
Allanamiento
Como si esto fuera poco, desde Paraná se dieron precisas instrucciones a los funcionarios judiciales de Rosario del Tala para que ampliaran las medidas para aclarar los rumores existentes en los expedientes como en la comunidad.
Para ello se ordenó allanar la casa de la Verónica Rodríguez, la madre de Antonella. Personal policial requisó la finca de calle Gualeguaychú 440 de Tala donde incautó una Notebook, dos carpetas de estudios, un cuadernillo y documentación varia de la joven fallecida y del resto de la familia.
Mensaje a Dios
En algunas hojas se pudo leer claramente que Antonella admitía estar flaca y anoréxica y que rezándole a Dios se podría salvar y “engordar”.
En el procedimiento una psicóloga y una psiquiatra acompañaron a los uniformados para contener a la madre y el resto de los familiares de Antonella, que siguen manteniendo la misma postura, defendiéndose partiendo de sus creencias religiosas cristianas.
Esta postura ya fue observada por las autoridades judiciales de Paraná y de Rosario del Tala, quienes imprimirán una serie de acciones para establecer si psíquica y psicológicamente están en condiciones de contener dentro del seno familiar a las seis hermanas menores.
Para tal fin se iniciarán intervenciones directas de profesionales psicológicos y psiquiátricos, quienes junto a integrantes del Consejo Provincial de la Niñez, Adolescencia y Familia (Copnaf), evaluarán el interior de la casa de Cielo Roca, donde en la actualidad viven todos los integrantes de la familia.
Exhumación
En tanto, prácticamente a la misma hora, se dispuso de parte de la fiscal Cabrera, efectuar la exhumación del cadáver de Antonella.
La medida, también recomendada desde Paraná, tiene por objetivo que los médicos forenses de gran experiencia y trayectoria de la Justicia de la capital entrerriana que trabajan en la morgue de Oro Verde le practiquen la autopsia correspondiente para establecer fehacientemente de qué murió Antonella y ver si existen algunas otras cuestiones.