Consultado sobre cuál ha sido el criterio utilizado para su cobro, Sierra expreso :
“En primer lugar este proyecto estuvo condicionado a lo que se esta cobrando actualmente en la zona urbana, por lo que en oportunidad de tratarse nuevamente la ordenanza impositiva anual, debería replantearse en su totalidad los mínimos y alícuotas que se aplican para la Tasa General Inmobiliaria”.
“En segundo lugar se dividió a la zona “D” en cuatro subzonas acorde a la prestación de los servicios. Las alícuotas son definidas en función de esa prestación, es así que la alícuota es decreciente desde la subzona D1 a la D3, quedando la D4 sin facturarse debido a la no prestación de servicios por parte del municipio”.
“Por otra parte a todos aquellos terrenos que tengan menos de 2.500 m2 se le dará tratamiento urbano (incluyendo la zona D4), siguiendo en este caso el criterio de la Provincia”. En cuanto a como incidirá esta carga en los bolsillos de los contribuyentes, respondió que la facturación bimestral bajaría en una cifra considerable de $ 423.486,78 a $ 200.240,52.
Por último se le consulto sobre si se mantendrán los mismos vencimientos, destaco que al definir los vencimientos el Ejecutivo se baso en dos principios tributarios fundamentales : economicidad y comodidad. Es decir que el criterio ha sido facilitar el pago al contribuyente al establecer que la subzona D1 tributará bimestralmente, la D2 semestralmente, y la D3 y D4 anualmente.
