Cedro explicó que lo único que ingresó fue una nota donde los ex empleados, que quieren formar una cooperativa que se haga cargo de los recorridos, piden mantener un encuentro con los ediles. “No hay un tema puntual respecto de la reunión”, indicó. El pedido pasó al Concejo en Comisión y la semana próxima los ediles verán en qué fecha puede concretarse el encuentro.
No obstante, se puede conjeturar con total certeza que el motivo de la misma es ver de qué forma pueden seguir trabajando. “Ellos pasaron la semana pasada y querían que se los tenga en cuenta con las otras empresas. Eso está contemplado. Después está el tema de las listas que presentan. Bueno, hasta ahí”, dijo Cedro.
La semana pasada, el Ejecutivo municipal envió un decreto al Concejo donde suscribió un convenio con la Cámara de Transportes de Pasajeros de Concordia y las empresas que la componen para que se hagan cargo de las líneas 9 y 9A. Se establece que serán 16 vehículos los que funcionarán. No obstante, no hay ninguna certeza hasta el momento de la situación laboral de los ex empleados de la 9 y 9.
El Concejo aprobó ese pedido. Ese mismo día, los ex empleados asistieron a la sesión y la interrumpieron en un momento dado. “El presidente del Concejo les pidió que hagan silencio, que no podían interrumpir pero cuando queríamos continuar seguían gritando. En ese contexto, pedí un cuarto intermedio”, indicó el presidente del bloque de la oposición, Felipe Sastre. El reclamo del grupo era que se garanticen las fuentes de trabajo. Sastre dijo que, desde un primer momento, se les manifestó que eso no depende del municipio. Luego de varios minutos de un diálogo tenso, los empleados se retiraron con la promesa del Ejecutivo de escucharlos.
Por otra parte, desde Tránsito ya se hicieron todas las altas y las bajas de las máquinas Sube. Ahora esperan el visto bueno de la Nación. Una vez completado ese paso, deberán rellenar más formularios y las unidades ya estarían habilitadas para salir a trabajar. El Ejecutivo quiere que los colectivos salgan a la calle lo antes posible.
Desde mediados del mes pasado que los habitantes del barrio de La Bianca no pueden subir a un colectivo de la 9 que los dejaba en el centro, al igual que otros domiciliados en la zona este que viajaban hasta el Masvernat en la 9A. Un conflicto estalló en el seno de la cooperativa que tenía a cargo ambas líneas. El 16 de mayo pasado, Marcelo Romero, uno de los encargados y fundadores de la cooperativa de transporte de pasajeros, estaba en la Plaza 25 de Mayo junto a un grupo de choferes para solicitar una audiencia al intendente Alfredo Francolini. “Estamos esperando para saber qué es lo que se puede hacer porque esta situación ya no da para más. Hay varios reclamos pero lo esencial es que los empleados hace tres meses que cobran cero pesos. Una bolsa de comestibles fue lo que recibieron”, señalaba Romero en ese momento.
No obstante, al día siguiente, Augusto Timón, uno de los hijos de quien manejó históricamente la 9, Oscar “Chiquito” Timón, indicaba cuál era el eje del conflicto. La mayoría accionaria había quedado en manos de Romero sin que los Timón, dueños del 33 % de las acciones, supiesen del acuerdo con otro socio con el que compartían la mayoría accionaria. “El viernes le dimos nuestro terreno, nuestro galpón, los colectivos y que él se haga cargo y hasta el día de hoy no pudo comprar ni un agua destilada para los colectivos”, dijo Timón. Cinco días más tarde, el Ejecutivo decidió firmar el decreto rescindiendo la concesión. Ahora solo queda comenzar de cero. No obstante, los ex empleados se preguntan si ellos también arrancarán al volante o quedarán en la parada.