Al igual que al asumir el cargo en sus primeros dos mandatos, en 2006 y 2010, la celebración ante la comunidad indígena se realizó en la víspera de la asunción formal de su tercera presidencia ante el Congreso, en La Paz.
La ceremonia de la investidura indígena comenzó con una "limpieza" del mandatario, efectuada por sabios de la cultura aimara, quienes lo acompañaron durante el recorrido por el templo preincaico de Tiahuanaco, y culminó con la entrega del bastón de mando que representa la energía de las divinidades ancestrales de la Pachamama y el cosmos.
Ante miles personas, entre representantes de organizaciones sociales bolivianas y extranjeras, Morales hizo referencia al nacimiento de Bolivia en 1825 como un país con litoral, cualidad que perdió tras la invasión chilena a finales del siglo XIX, por la cual inició una demanda en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. "Nuestro territorio abarcaba las costas del Pacífico, teníamos cualidad marítima, el mar que se nos quiere negar hoy", subrayó.
Más adelante remarcó que este "es un día especial, histórico, de reafirmación de nuestra identidad, de reafirmación de nuestra revolución democrática cultural. Estamos viviendo tiempos del Pachakuti. Pacha quiere decir equilibrio, y kuti retorno: Pachakuti quiere decir retorno al equilibrio, retorno a la igualdad con políticas de solidaridad y complementariedad para este proceso de cambio".
A juicio de Morales, "es tiempo de consolidar la revolución educativa y cultural, la revolución de la salud, la revolución en la producción, en la justicia en el trabajo, la revolución del pensamiento". "Estamos en el tiempo de un gran parto, parto de la esperanza, de la unidad, de la armonía, de la felicidad y de nuestra filosofía de vida", subrayó.