El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, llamó este viernes a repartir al menos 200 mil demandantes de asilo en la Unión Europea, y consideró que todos los países miembros deben estar obligados a participar en el programa.
Según él, "se trata ante todo de una crisis de refugiados, y no sólo de un fenómeno migratorio", ya que la gran mayoría de los que llegan a las costas de Grecia proceden de países en conflicto, como Siria, Irak y Afganistán.
"La situación exige un esfuerzo común masivo que es imposible con el enfoque actual fragmentado" existente en la UE, apostilla el alto funcionario de la ONU. La cuestión del reparto de migrantes tiene muy divididos a los países de la Unión.
El ministro alemán, Frank-Walter Steinmeier, advirtió del riesgo de una división de Europa debido a esta crisis. "No superaremos esta tarea si no dejamos de apuntar con el dedo al vecino", afirmó. "Las acusaciones mutuas no nos llevarán a superar el problema. Europa no debe dividirse ante semejante reto", añadió.
Precisamente el ministro de Exteriores húngaro calificó de "inaceptables" las críticas de otros políticos europeos a su país. "Es inaceptable que recibamos fuertes críticas mientras cumplimos con la legislación europea. Creo que es muy injusto", afirmó Peter Szijjarto.
"Establecimos zonas de tránsito en las que los migrantes pueden presentar sus solicitudes de asilo y tomaremos una decisión en un par de días, hasta entonces los migrantes tienen que estar en esas zonas de tránsito", explicó el ministro húngaro.