Vale recordar que la delegación de la Federación Agraria Argentina (FAA) de Entre Ríos, estuvo conformada por su presidente Elbio Guía, junto a Alfredo Bel, Jorge Ruiz, Enzo Cardozo, Darío Gieco, Miguel Botto y Abel Lauck,; quienes plantearon al gobernador una serie de ítems que tienen que ver con la situación de pequeños productores.
De este dato se pueden señalar dos cuestiones, la primera es que pidieron hablar de “la situación de pequeños productores”, o sea, solo de los pequeños y no de los productores en general como era habitual. El otro elemento a destacar es que de esa reunión participó Alfredo Bel, en rigor, uno de los adalides de los cursos de formación política que ofrecía la Sociedad Rural entrerriana (2008) en pleno conflicto por la 125.
En ese momento era comandada por Luís Etchevehere, quien ahora conduce esa misma entidad a nivel nacional. Los cursos de formación estaban a cargo del director del diario Nueva Provincia, Vicente Massot, ex ministro de Defensa de Carlos Menem hasta que reivindicó la tortura y debió renunciar por el escándalo.
Bel era la mano derecha de De Angeli que, a su vez, desde comienzos de aquel conflicto estuvo visto como el ariete principal de «los lomos duros» o sea, de la más rancia oligarquía de la provincia de Buenos Aires que lo había convertido en uno de sus mimados.
En algunos grupos que integran la FAA se viene discutiendo la virtud de integrar la Mesa de Enlace pues hasta ahora y para los productores más pequeños han sido más pérdidas que ganancias. ¿ En que puede favorecer a un productor pequeño tener como referencia ideológica a Massot o en que se puede favorecer defendiendo a grandes propietarios evasores ?.
En cambio de esto, se ganan no solo la confrontación con un gobierno que ha ejecutado y ejecuta políticas activas para el sector, sino con la mayoría de la sociedad que desconfía de esas raras alianzas en las que se amontanan los sucesores del grito de Alcorta junto a quienes en ese tiempo eran sus enemigos.
Nada se puede adelantar respecto de esa movida, pero no está demás dar cuenta de un dato que cuando menos, es curioso.