EUREKA : Fábrica de jugos de Chajarí, ahora con la UIF como querellante, por contaminación ambiental y lavado

BREVE HISTORIA PUBLICADA EN JUNIO HACE UN AÑO

Se trata del arroyo «Las Alpargatas», afluente del arroyo Mandisoví Chico que tiene su desagüe en el río Uruguay, en el embalse formado por la represa de Salto Grande.

Si bien desde 2010 vecinos reclaman una solución, la acusación fue radicada ante la Policía Federal Argentina sede Chajarí y en el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay por Néstor Marsilli, ya que el arroyo «Las Alpargatas» cruza su casa.

Cerca de 2010, un grupo de vecinos de Colonia Belgrano denunciaron ante la Secretaría de Ambiente provincial la contaminación, por lo que autoridades tomaron muestras de agua.

Imágenes del arroyo contaminado que desemboca en el río Uruguay

 

LO QUE OCURRIO AHORA

En efecto, el organismo nacional solicitó que se designe un interventor en la causa y sostuvo que «la contaminación de tierras y cursos de agua mediante efluentes volcados por parte de la empresa en el arroyo “Las Alpargatas” de Entre Ríos, podría tratarse de un caso de lavado de activos a partir de un delito ambiental, del cual se obtendrían ganancias de manera ilícita como resultado de su actividad formal». Es que con el volcado de residuos  tóxicos al arroyo, sostiene la denuncia, la institución no sólo omite la obligación legal de tratarlos sino que además se ahorra una importante suma de dinero que pasaría a engrosar sus ganancias. Por este motivo, desde la UIF sugieren que se realice una investigación patrimonial sobre los flujos económicos que genera la producción de El Carmen para conocer la magnitud de los activos. 

Al no ver ningún cambio en la actitud de la empresa, Masilli insistió nuevamente y presentó en mayo del 2019 una denuncia ante el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay por contaminación ambiental. Esta denuncia fue acompañada por pruebas técnicas que demuestran de qué manera los desechos industriales de la fábrica han derivado en altos índices de contaminación y las consecuencias que tuvieron en el arroyo:  produjo la extinción de todo tipo de vida, imposibilitando la utilización del agua como recurso tanto para el riego de cosecha o como líquido para el ganado.

Entre las pruebas que lograron que la causa avanzara figura el resultado del estudio solicitado por la Escuela Manuel Belgrano ubicada cerca del arroyo, para conocer las condiciones en las que se encontraban las napas de donde extraían agua para consumo. Los resultados de los exámenes fueron concluyentes y demostraron que el agua no es bacteriológicamente potable para el consumo humano. El estudio aportó otro dato: el agua dejó de ser potable al menos desde 2017.

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