“Se abren los comercios para que la gente salga a comprar sus necesidades. No es para ir a pasear ni mucho menos”, dijo Barboza. Pero no se puede controlar que los clientes recorran dos o tres tiendas, en vez de elegir una sola, para comprar un pantalón o un par de zapatos. El funcionario remarcó que es una cuestión de responsabilidad social ya que no se puede apostar a un policía en cada esquina para controlar. “De todas maneras vamos seguir con los procedimientos en distintos lugares de Concordia con la Policía”, acotó Barboza.
Los inspectores deberán controlar que se tomen todas las medidas de seguridad estipuladas y que se respete el horario de funcionamiento: de 8 a 16 de corrido. Entre otras cuestiones, solo puede permanecer una persona dentro del negocio. “Es de acuerdo a las dimensiones pero generalmente va a ser uno porque son todos medio parecidos”, explicó. Los clientes que esperan afuera deben estar a dos metros de distancia cada uno.
En las peluquerías se debe higienizar el local cada vez que sale una persona, por espacio de 20 minutos. En los restantes comercios, se debe limpiar el piso o rociar con lavandina.
Quienes incumplan con los protocolos serán notificados y en caso de reincidencia, se les labrará un acta. Los importes serán regulados por el Juzgado de Faltas.
“El intendente fue uno de los primeros en hablar con el gobernador solicitando la apertura de los comercios. La verdad es que no se entendió el reclamo de los comerciantes porque siempre estuvo con este tema desde un primer momento”, dijo Barboza. El funcionario señaló que el nerviosismo los llevó a protestar. Pero sostuvo que fue un “grupo mínimo” el que protagonizó el cacerolazo.
El CEC (Centro de Empleados de Comercio) acompañará los controles. “Nosotros vamos a estar atentos a cualquier cuestión que se presente”, indicó el secretario general Juan José Simonetti, en referencias a las medidas de seguridad. Como ejemplo, menciono lo sucedido en los supermercados donde los empleados carecían de medidas de protección. Desde el gremio hablaron con los empleadores y luego denunciaban el hecho al municipio.
En las tiendas los empleados deben tener tapabocas, en algunos casos mascaras faciales o incluso mamparas de vidrio o acrílico como los cajeros, además del distanciamiento obligatorio y realizarse limpieza de profundidad cada determinada cantidad de tiempo.