ESTHER BALLESTRINO Y JORGE BERGOGLIO

Jorge Bergoglio

Es absolutamente imposible que alguno de ellos, Esther Ballestrino o Jorge Bergoglio, hayan imaginado sus destinos: él llegaría a ser Papa, la máxima jerarquía de la iglesia católica y uno de los líderes espirituales más importantes del mundo, y ella, fundadora, junto a otras mujeres, de las Madres de Plaza de Mayo, organización humanitaria argentina también de alcance mundial. En un momento, aún proviniendo de experiencias sociales muy diferentes, sus vidas se encontraron.

Todos sabemos el destino de Jorge Bergoglio, es el actual Papa Francisco. La vida, y el final de Esther Ballestrino, sin embargo, no es tan conocido. Esther fue secuestrada, permaneció desaparecida y luego se supo, asesinada en los terroríficos vuelos de la muerte. Sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en el año 2005. Igual destino que el de las otras Madres: Mary Ponce y Azucena Villaflor.

¿Pero quién fue esta mujer que, según palabras del propio Papa Francisco, “le enseñó a pensar”?

Esther Ballestrino

Esther, si bien nació en el Uruguay, su país de adopción fue el Paraguay, donde realizó sus primeros estudios y comenzó a militar en el Movimiento Revolucionario Febrerista, organización antiimperialista que reunía en sus filas a socialistas y nacionalistas paraguayos que luchaban por una Patria libre, democrática y justa. “Por la liberación integral del pueblo paraguayo” ese era, y es, su lema. Los febreristas se referencian en la Revolución del 17 defebrero de 1936, ocurrida luego de la guerra del Chaco.Esta revolución produjo cambios de carácter social en un Paraguay empobrecido y devastado por la guerra. Entonces se impulsaron derechos laborales como:la jornada de trabajo de ocho horas,el descanso dominical, vacaciones pagas, derechos para las mujeres embarazadas, aguinaldo, pensiones para los lisiados y veteranos de la Guerra; pero sobre todo se avanzó en una, tal vez tímida, pero necesaria reforma agraria.Esto provocó la reacción de los intereses oligárquicos de siempre y el gobierno del Coronel Rafael Franco fue derrocado. Esther Ballestrino fue una entusiasta organizadora de las mujeres paraguayas y fue la primera Secretaria General del Movimiento Femenino Febrerista. Ubiquemos su época : nació en 1918, su condición: mujer y ese lugar:Paraguay, un país que tuvo sucesivas dictaduras impiadosas y sangrientas.En ese contexto, Esther se forma, nutriéndose en teoría política,sobre todo marxista, pero también en una práctica concreta.Finalmente, al igual que miles de compatriotas,en el año 1947 debe escapar para salvar su vida exiliándose en la Argentina.

Hasta aquí Esther, militante febrerista. En nuestro país se casa con Raimundo Dejesús Careaga, también paraguayo; con él tiene tres hijas: Ester, Mabel y Ana María. El hogar del matrimonio Ballestrino-Careaga será punto de encuentro de los perseguidos de la dictadura de Stroessner. Muchos testimonios dan cuenta que en esa casa de Parque Chas los emigrados paraguayos encontraron siempre,ayuda y apoyo solidario. No es un dato menor que, aparte de la sólida formación humanística y la práctica política señalada, Esther haya estudiado Bioquímica y Farmacia obteniendo el título de Doctora. En relación a esto, se desempeña laboralmente en Hickethier Bachman, un laboratorio de análisis clínicos, siempre en la capital argentina, lugar donde las vidas de Esther Ballestrino y Jorge Bergoglio se encontraron. 

Bergoglio, con 17 años de edad y recién egresado de la escuela secundaria como técnico químico, entra a trabajar en el laboratorio mencionado en 1953, donde Esther Ballestrino es su jefa. Por testimonios en variados reportajes, Bergoglio, admite que esta mujer lo marcará hondamente. En primer lugar, reconoce haber aprendido a ser riguroso y serio en el trabajo, y en términos generales que: “le enseñó a pensar”. Es posible imaginar a este joven de diecisiete años escuchando con avidez a esta mujer, casi veinte años mayor él, con una vasta experiencia en la lucha política, conocimientos sociales e históricos, férreos principios éticos y además una sólida formación científica y técnica.

De acuerdo a la biografía de Bergoglio, el actual Papa ingresa al seminario con 22 años, pero ya, en la etapa de su paso por el laboratorio, estaba en un período de discernimiento de su vocación religiosa y sacerdotal.

Para el año 1976, Bergoglio es el Provincial de los Jesuitas, es decir, la máxima autoridad en la Argentina de esta congregación religiosa. Como sabemos, la dictadura genocida se caracterizó por el duro plan represivo: cesantías, desapariciones, secuestros, detenciones y asesinatos. La familia Ballestrino-Carega lo sufrió en carne propia. Primero, fue secuestrado un yerno de Esther: Manuel Carlos Cuevas, esposo de Mabel en 1976 y después, en junio de 1977,su hija menor: Ana María. Esta joven, militante de la Juventud Guevarista, fue llevada al Centro Clandestino de Detención “Club Atlético”, donde fue torturada. Ana María tenía 16 años y cursaba un tercer mes de embarazo. Esther se relacionacon otras Madres quienes habían comenzado a organizarse en la búsqueda de sus hijos desaparecidos.

En esta etapa recurrió a su amigo Jorge Bergoglio, quien resguardó parte de su biblioteca. Ana María, la hija de 16 años que estaba secuestrada en el CCDTyE “Club Atlético”, es liberada. Esther, pese a que ya había aparecido, no abandona su participación junto a aquel grupo inicial de Madres de Plaza de Mayo. Muchas de ellas recuerdan que ante la sugerencia de que abandone la lucha, porque ya había recuperado a su hija, Esther respondió: “seguiré con Ustedes hasta que aparezcan todos”.Esto le costó la vida y marcó un hito, según mi entender, en la conciencia política de las Madres. La búsqueda ya no será solo individual sino colectiva y por todos.

El 8 de diciembre de 1977, a la salida de la Iglesia de la Santa Cruz, Esther fue secuestrada junto a Mary Ponce de Bianco, la monja Alice Domon y otras cuatro personas. Luego de varios días de padecimiento en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Esther Ballestrino de Careaga fue asesinada. Siempre duele recordar el final de las personas que fueron arrojadas vivas al mar. Esther fue una de ellas.

Jorge Bergoglio, siendo Papa, tuvo gestos concretos de reconocimiento a su amiga, entre otros, recibió en el Paraguay, en una extensa audiencia privada a sus hijas. A la familia de Esther Ballestrino de Careaga, de la mujer febrerista, de formación marxista, Madre de Plaza de Mayo, desaparecida y asesinada por la dictadura militar argentina. Este gesto, en épocas de negacionismo no es poco. Está claro que Jorge Bergoglio, más allá de las diferentes valoraciones que se puedan realizar de su desempeño como sacerdote (Jefe de los Jesuita primero y Arzobispo de Buenos Aires después), fue un hombre de su tiempo. La realidad de América Latina, tal vez a pesar de él, como lo destaca esta historia, no le fue ajena, y mucho menos lejana.

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