De los cuatro nuevos cardenales latinoamericanos, tres son electores: el argentino Leonardo Sandri, el mexicano Francisco Robles Ortega y el brasileño Odilio Pedro Scherer. El argentino Estanislao Esteban Karlic, en cambio, supera los 80 años.
Con las nuevas designaciones, el número de cardenales con derecho a voto en un eventual cónclave por la muerte del Papa llega a 121 miembros, uno más del límite fijado por el Papa Pablo VI.
Sandri, de 66 años, ocupó los últimos años del pontificado de Juan Pablo II el importante puesto de sustituto para los asuntos generales de la Secretaría de Estado.
Entre los nuevos príncipes de la Iglesia figuran varios miembros de la Curia romana y arzobispos de ciudades importantes, entre ellos el de París, monseñor André Vingt-Trois, de Barcelona (España), Luis Martinez Sistach, de Nairobi (Kenia) John Njue, de Génova (Italia), Angelo Bagnasco, actual presidente de la conferencia episcopal italiana.