Estafan a dos comerciantes chajarienses con cheques robados

Heriberto Acevedo Miño es dueño de un reconocido local de electrodomésticos de Chajari y denunció que la semana pasada un hombre identificado como Hugo González se hizo presente en su negocio y adquirió un TV de 21 pulgadas, dos estufas halógenas y una procesadora. Al momento de pagar, el sujeto señaló que no traía efectivo y preguntó si podía pagar con un cheque. El comerciante procuró munirse de mas información personal del comprador, logrando saber que era (o sería) albañil y que el cheque lo había obtenido tras vender un equipo electrógeno a la firma Dechanzi S.A. Acevedo Miño consultó con el Banco Central y la AFIP por el estado del medio de pago y no detectó ninguna irregularidad. Es entonces cuando se concreta la operación y el adquirente pide que le lleven los elementos a su domicilio. Pero en el viaje hacia la supuesta dirección que había dado como suya, el hombre pide que bajen los electrodomésticos en otro lugar, distante, cosa que a la que accede el empleado de la firma comercial. La sorpresa para Acevedo Miño vendría al día siguiente cuando se enterara que el cheque por valor de $ 2.500 había sido denunciado como robado, luego de que en el banco le dijeron que se ponga en contacto con la firma Dechanzi S.A.
En tanto, el otro hecho involucra a un masculino de apellido Dalzotto, dueño de una venta de autoelevadores, quien el pasado 16 de marzo recibió la visita de dos hombres que aseguraban ser dueños de una distribuidora en la localidad de Federal y que se habrían identificado con los apellidos de Caresani y Devotto. Ambos sujetos se mostraron interesados en la adquisición de un autoelevador marca “Yale”, que tiene un valor de 68 mil pesos. Los hombres vuelven el 19 para efectivizar la compra y Dalzotto recibe entonces dos cheques (por valor de 28 y 40 mil pesos) a nombre de quien sería supuestamente la esposa de Caresani y concreta la venta. El vehículo adquirido es cargado entonces en un camión fletero local contratado para tal fin, el cual marcha hacia Federal, acompañado por la camioneta en la que se desplazaban los compradores, quienes aseguran que en tres días volverían –cosa que nunca se produjo- para retirar la factura por la operación y la chapa patente de la maquinaria comprada, ya que el vendedor se la había quedado a manera de prevención. Tres días después de la transacción, Dalzotto deposita el cheque, y siete días después vuelve el banco para saber si se lo habían acreditado, solo para enterarse que el mismo tenia denuncia por robo.

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