El listado de subsidios denunciados por la FIA fueron:
-Decreto N° 4298/96 por $ 7.000 que se otorgara para obras del estadio y recibidos el 2/12/96 por el imputado José Omar Spinelli se gastaron en pagos a la Asociación Concordiense de Árbitros y Jefatura Departamental de Policía por servicio adicional.
-Resolución N° 319/97 de la Cámara de Diputados: $ 6.000 otorgados el 8/10/97 para obras del estadio, recibidos por el imputado Ramón M. Russo, se gastaron en fotocopias y carpetas, pago de facturas de energía eléctrica de la Sede de la Liga, lavado de ropas, pago de árbitros y servicios adicionales de la policía.
-Decreto N° 943/97: $ 15.000 otorgados el 30/05/97 para obras del estadio, se gastaron en pagos de viajes, impresión de entradas y tarjetas, la compra de un auto Fiat Uno para ser sorteado, honorarios del Contador de la liga Ovidio Hernández, pago de facturas de la sede de la Liga, árbitros, policía adicional, aranceles de la Cancha de Sarmiento, pagos de trabajos de electricidad, traspaso de señal de videocable y pago de abono, pago de garrafas de gas y compra de una radio y un ventilador.
-Resolución N° 625/97 de la Cámara de Diputados: $ 20.000 recibidos el 1/4/97 por el imputado Ramón M. Russo para la obra de construcción del Estadio, se gastaron en el supermercado Rivadavia, la compra de un televisor, pagos al Consejo Federal de Fútbol de la AFA, impresión de bonos contribución y entradas, facturas telefónicas, honorarios del otorrinolaringólogo Dr. Busto; mientras que relacionados a la construcción se gastaron en cemento para la cancha del Club Libertad, materiales de construcción, pago de trabajos de Hugo Fernández, de herrería, de José D. León, etc.
Los únicos fondos que se gastaron en el pago de materiales y mano de obra para el estadio fueron el decreto N° 4257/96 ($ 20.000 recibidos el 2/12/96 por Larrocca) y el decreto N° 4166/96 ($ 20.000 recibidos el 12/11/96 Larrocca).
La primera rendición del Tribunal de Cuentas de los gastos derivados de los distintos decretos impugnó diversos montos. Por ejemplo: rechazó comprobantes por $ 8.624 del decreto N° 4257/96 ($ 20.000), $ 17.695 del decreto 4166/96 ($ 20.000), la totalidad de los $ 7.000 correspondientes al decreto 4298/96 y de los $ 15.000 correspondientes al 943/97.
Pero los integrantes del Tribunal de Cuentas terminan por absolver de los cargos imputados a Larrocca. “Acompañando documental, consistente en pericias efectuadas por un perito de la Policía y un Ingeniero Civil, las que claramente demuestran la existencia, estado y costo de la obra para cuya ejecución fuera otorgado el subsidio a la Liga Concordiense de Fútbol, quedando a todas luces demostrado que la totalidad del dinero invertido supera el monto recibido oportunamente”. Las rendiciones fueron aprobadas el 25/11/03 por el presidente, Dr. Hugo Alberto Molina, y el vocal, contador José Luis Gea Sánchez.
“No fue todo para el estadio”
El viernes pasado, en una nota realizada en su estudio, Julio Larroca explicó porque algunos subsidios fueron destinados a gastos ajenos al estadio. “Lo que hay que tener en claro que los subsidios fueron otorgados en su totalidad para la Liga Concordiense de Fútbol. Si mal no recuerdo, cerca de $ 43.000 vinieron para las obras del estadio y lo otro vino para la Liga. Y la Liga lo utilizó para el pago de déficits de campeonatos, policías, árbitros, recibos de mano de obra de la cancha de Libertad”, expresó.
¿No estaba destinado al Estadio la totalidad del dinero ($ 88.000)? “No, nunca estuvo destinado todo el monto. Eso es lo que decía la denuncia de la FIA”, respondió. Luego arguyó que las dos pericias que constan en la resolución acredita que se gastó más de $ 88.000 en el estadio. “Como uno tenía comprobantes de distinta naturaleza que no siempre reunían los requisitos reunidos por la AFIP por una cuestión económica, tuvimos que probar con las pericias la inversión que habíamos hecho”, agregó el presidente de la Liga.
Hay que tener en cuenta un dato que el Juez Carbonell suscribe en la parte resolutiva del fallo: “más allá de las deficientes rendiciones de cuentas efectuadas por el imputado, teniendo en cuenta que no se encuentra fehacientemente demostrado que los subsidios recibidos por la Liga hayan sido invertidos en el destino específico para el que fueron otorgados, por las desprolijidades existentes no es posible cuantificar un eventual flagrante de dinero”.
El juez luego valida las pericias practicadas a las tribunas. “El resultado de la pericia en la parte del estudio del costo del hormigón armado, esto es 317,5 metros lineales de hormigón constitutivos de 7 escalones, estimado en $ 129.470 supera con creces los montos recibidos por los imputados que ascienden a la suma de $ 88.000”.
El Juez que dictó el sobreseimiento del presidente de la Liga, finalmente dictaminó: “me lleva a concluir que no surge de lo actuado pruebas concluyentes que acrediten la comisión de los ilícitos investigados, esto es haber dado a los fondos un destino distinto para el cual fueron entregados por el Estado”.
¿De donde salió la diferencia entre los $ 43.000 que usted dice que se gastó y los $ 129.000 que surgen del peritaje? “Nunca se dijo que quienes andábamos en la comisión de apoyo pusimos plata de nuestro bolsillo para pagar esa diferencia”. Luego reconoce que no todo el dinero salió de los bolsillos de los integrantes de la Comisión Pro-Estadio. “Una parte del crédito del Banco Bersa también la destinamos para el Estadio”, dijo.
El crédito con el Bersa
La desaparecida Fiscalía de Investigaciones Administrativas también denunció a Larrocca y Urribarri por haber solicitado y obtenido en junio del 96 un crédito del banco Bersa por la suma de us$ 181.820 para la “mejora del estadio de la Liga”.
El organismo que presidía el Dr. Oscar Rovira ponía énfasis en dos hechos puntuales respecto de la obtención del préstamo: la falta de ingresos del dinero en las arcas de la Liga y la ausencia de “inversión alguna en bienes inmuebles que respalden la operación efectuada por Urribari y Larrocca”.
En la declaración indagatoria ante el Juez Carbonell, Larrocca aseguró que el dinero del préstamo fue utilizado “en primer lugar para pagar la condena de la señora de Gil (n de la r: en 1994 la Justicia sentenció que la Liga debía pagar $ 90.000 por la muerte de una espectadora en Cancha de Sarmiento); en segundo lugar, para las obras del estadio de la Liga; en tercer lugar, para pagar las obras en el estadio de Libertad; en cuarto lugar, para pagar la sanción del consejo Federal de Fútbol al Club Ferrocarril (n de la r: por desertar del Argentino A) y en quinto lugar, para pagar los autos “Mansilla C/Club Ferrocarril (n. de la la r: Jorge Mansilla era integrante del plantel de Ferrocarril cuando diputaba el Argentino A)”.
El viernes, el titular de la Liga reafirmó que el crédito no tenía únicamente como destino la obra del estadio. “Eso no se de donde salió. Partimos de un presupuesto falso y llegamos a una conclusión falsa. La FIA hizo una denuncia que a lo largo de dos años quedó demostrado que no era cierta”. El abogado estimó que cerca de $ 40.000 del crédito fueron a parar efectivamente al estadio del polideportivo.
Finalmente, Carbonell, en su dictamen, señala que “esa contratación fue efectuada entre dos personas jurídicas privadas por lo que la FIA no pudo válidamente denunciar la supuesta administración fraudulenta por cuanto no se veían afectados fondos públicos, no existiendo denuncia en tal sentido de ninguna de las dos partes del contrato”.
Luego, el Juez que investigó la causa determinó que: “si bien en un primer momento se entendió que la actividad del imputado (Larroca) había perjudicado los intereses de la Liga ahora debe concluirse lo contrario…la entidad crediticia luego de demandar a la Liga desistió tanto de la acción como el derecho, por lo que definitivamente ese monto de dinero quedó en manos de la Liga sin ninguna contraprestación de su parte, lo que significa un beneficio económico para la misma, debiendo dictar el sobreseimiento del imputado de este hecho”.
Los carteles de publicidad
Simultáneamente, en la misma fecha, el BERSA celebró con la Liga Concordiense de Fútbol un contrato de publicidad estática, consistiendo la prestación comprometida por sus representantes en la colocación de un cartel en la cancha de fútbol del Club Ferrocarril Oeste de la ciudad de Concordia, “frente a la platea y en forma estática, en la línea de cámara de televisión…”. Dicho contrato también fue suscripto por Urribarri y Larrocca en carácter de Presidente y Secretario de La Liga, estableciéndose un precio mensual en concepto de publicidad de $ 3.384,00 (pesos tres mil trescientos ochenta y cuatro) pagaderos por mes vencido durante setenta y dos meses.
La FIA, en su denuncia, fustigó al caracterizar como “desaprensiva” la actitud de las autoridades del Bersa por haber efectuado a realizar las compensaciones mensuales “sin detenerse a constatar el cumplimiento de la obligación y requerir la certificación de la existencia y demás requisitos del mismo”.
“Sabido es que el Club Ferrocarril tiene en su sede de calle Buenos Aires 235 de la ciudad de Concordia una cancha que, por dimensiones y demás detalles, es apta para la práctica de básquetbol y no para el fútbol. Igualmente, el predio ubicado en Avenida Salto Uruguayo entre las calles San Juan y Rivadavia, reúne las características de una cancha precaria, no apta para eventos deportivos de magnitud mínima indispensable a los fines publicitarios, en el cual, además, en ningún momento se celebraron allí encuentros futbolísticos oficiales, ni existió platea, y, en ningún caso, pudo haberse programado la televisación de algún evento”, afirma la denuncia.
-“Fue una equivocación”, dijo el titular de la Liga.
-“Un error involuntario…”
-¿De quien?
-“De quienes hicieron el contrato que no fuimos nosotros sino las autoridades del Banco Entre Ríos”, respondió.
-¿Quién sugirió la cancha donde debían estar los carteles?
-“Nosotros fuimos y firmamos…
-¿No se fijaron lo que decía?
-“Fue un error, nadie está exento de un error o de no advertir un error”.
Larrocca reconoce que el Club Ferrocarril Oeste no existe en Concordia y que el Club Ferrocarril no tiene estadio de fútbol. “Los carteles estuvieron en la cancha de Libertad y Sarmiento, donde hacía de local Ferrocarril. De hecho, aún están en Sarmiento”, alegó.
Desorden contable
Una parte del fallo expresa que quedó demostrado “el marco de desorden administrativo en que se desenvolvió la actividad de la Liga”. “Puede haber como cualquiera puede tener un desorden administrativo. Pero son dos cosas distintas, desorden administrativo a un delito tipificado por el código penal”.
¿Por qué el subsidio y el crédito no ingresaron en los balances tal como quedó demostrado en el fallo? “El desorden al que se refiere el juez es precisamente por no haber tenido los balances en aquella época. Hoy, 2005, los balances hoy en día están hechos y tanto el crédito como los subsidios están reflejados”.
¿Va a tener algún papel la Liga en las nuevas obras? “No, la Liga va a efectuar un contralor pasivo porque tanto el proceso licitatorio como el pago de las obras van a salir de Rentas generales de la Provincia. Arquitectura va a efectuar los controles técnicos y los controles a la empresa que resulte ganadora de la licitación”, respondió.